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Diferencia entre lengua y lenguaje

Diferencia entre lengua y lenguaje

En ocasiones, se utiliza el término lengua y lenguaje como si tuviesen el mismo significado, sin embargo, esto es erróneo, puesto que cada palabra cuenta con su propia definición y en esta guía básica queremos hablarte de qué es la lengua y qué es el lenguaje, como también las diferencias que existen entre estos dos conceptos y algún que otro ejemplo para que sepas aplicarlo con sabiduría en vida diaria.

¿Qué es la lengua?

Podríamos decir que la lengua es considerada y se define como un conjunto de símbolos o signos que, unidos de manera sistemática ayudan a comunicarnos puesto que este es su finalidad. La lengua cuenta con diferentes niveles, según la naturaleza de lo que nos encontremos, bien pueden ser gramaticales, léxicos o fonológicos. En el contexto general del término, cabe destacar que la lengua cuenta con unas reglas bien definidas para realizar un discurso oral o escrito, y que hacen que este conjunto de signos cobre sentido, sino que también cuenta con un apartado social, ya que la lengua no será utilizada de la misma manera por un grupo de personas que por otro, siendo en ocasiones poco entendible para unos o incluso imposible para otros.

Son muchos los que asemejan la palabra lengua con la de idioma, aunque cuentan con ciertas diferencias, se podrían utilizar como sinónimos. La lengua está formada por los diferentes niveles que conforman la agrupación de estos morfemas y lexemas que unidos de una manera u otra, tienen su propio significado convirtiéndose en palabras. Dichas palabras a su vez, organizadas estratégicamente dan un significado a la frase y de esta manera seguiríamos creciendo hasta formar un discurso o un texto que por si tiene un significado y una intencionalidad que es la de mostrar un contenido y comunicar algo al lector o al receptor de dicho mensaje.

En el caso de hablar de la lengua desde un carácter sociolingüístico tenemos que resaltar que aquí sí habría que hablar de los idiomas, puesto que la lengua es capaz de agrupar todos aquellos idiomas que tengan unos objetivos bien marcados, por un lado el fin de comunicar unas personas con otras que sepan interpretar el mismo código, como también la de identificar a un individuo o grupo de personas notándose el matiz social en el que se encuentra. La lengua se considera como un conjunto de símbolos vivos, es decir, que tienen utilidad y que va cambiando conforme cambia la sociedad.

Dentro de la lengua se podría clasificar un subgénero que es considerado dialecto, que puede estar igual de vivo que la lengua, pero que a diferencia de esta, se encuentra limitada ya bien sea por una región geográfica que por un grupo de personas.

¿Qué es el lenguaje?

Como hemos podido ver la lengua es el conjunto de símbolos que utilizamos para comunicarnos. Pues, el lenguaje es la capacidad que tienen los seres humanos, pero también algunos animales para comunicarse. Se podría decir que la lengua es la herramienta que utilizamos mientras que el lenguaje es la acción de transmitir un mensaje.

Diferenciando entre lenguaje humano y lenguaje animal, podríamos decir que los de los seres humanos es más estructurado y también más complejo, puesto que nuestra capacidad de comunicarnos es muy amplia, pudiendo llegar a ser desde signos orales, como por ejemplo cuando hablamos con otra persona para preguntarle donde se encuentra un restaurante o la parada del autobús. Otro de los signos que podemos utilizar son los gráficos, teniendo ante nosotros varios ejemplos. El primero de ellos y más habitual es el que estamos utilizando en este preciso momento, es decir las letras, puesto que estos símbolos hacen que podamos transmitir un mensaje y comunicarnos. Por otro lado, aunque son muchas las personas que cuando se habla de lenguaje piensan poco en este medio es el de los gestos y expresiones corporales, consiguiendo transmitir cansancio, alegría, ira por medio de nuestro cuerpo, siendo también un lenguaje denominado no verbal.

En el caso de los animales, existe también un lenguaje pero menos elaborado que el nuestro, centrándose sobre todo en las capacidades sensitivas de cada especie. Podemos encontrar este tipo de comunicación en las señales visuales, como por ejemplo cuando vemos que un perro mueve la cola rápidamente o un gato encorva el espinazo y eriza los pelos, estas señales pueden ser interpretadas, en un lugar como felicidad o simpatía, mientras que en el otro es miedo o furia. De igual modo tenemos las sonoras, en el caso de las ballenas que se comunican por cantos auditivos.

Para finalizar, podemos encontrar lenguajes que se denominan formales, y que son creados por los seres humanos pero son utilizados para determinadas ocasiones como por ejemplo las fórmulas matemáticas o incluso el lenguaje de programación.

¿Qué diferencia existe entre lengua y lenguaje?

Como bien has podido intuir en las descripciones de estos dos conceptos, el lenguaje es la capacidad que tenemos los seres humanos y los animales de comunicarnos unos con otros para expresar nuestros sentimientos o nuestros pensamientos, aunque también para ayudarnos a explicar nuestro entorno y todo lo que nos rodea. Esta capacidad ha ido evolucionando con el paso del tiempo, puesto que nuestra capacidad de comunicarnos ha ido mejorando, convirtiéndose en algo más profundo y teniendo más opciones para hacerlo, desde el oral, que ha sido el más utilizado desde la antigüedad, pero también el mímico, quizás el más primitivo de todos y con el que comenzamos, incluso cuando somos niños, señalando aquello que queremos o con las expresiones o gestos faciales para indicar que algo nos gusta o aquello que detestamos, mientras que el último lenguaje que hemos llegado a dominar es el escrito, puesto que somos capaces de representar nuestras ideas en palabras dándole una codificación para que pueda ser transmitida y entendida a otras personas.

La lengua por otro lado es dicha herramienta que usamos en el lenguaje, y que va cambiando según la cultura de la sociedad y el uso que se le vaya dando. Antiguamente la lengua que reinaba en occidente era el latín, pero poco a poco fue cambiando para crear diferentes dialectos y estos terminaron convirtiéndose en lenguas como es el caso del italiano, el francés o el español, y todo debido a que la lengua se considera algo que debe de adaptarse a nuestros tiempos y que con total seguridad, cuando pasen 100 años o incluso menos, volverá a sufrir modificaciones puesto que bebe directamente del estilo de sociedad que reine en dicho momento.

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Diferencia entre mito y leyenda

Diferencia entre mito y leyenda

Si siempre has tenido dudas sobre la diferenciación de los términos entre mito y leyenda, en esta guía vamos a aclarar todas tus dudas porque no solo te contaremos las definiciones de cada uno de estos conceptos, explicándote cuáles son sus principales características, sino que también te los diferenciaremos y te pondremos todos los ejemplos que estén en nuestro poder para que puedas, cuando termines de leer esta guía, saber con exactitud qué es un mito y qué una leyenda.

¿Qué son los mitos?

Cuando estamos hablando de mitos, nos queremos referir a una serie de narraciones ya bien sean escritas o transmitidas de manera oral que cuenta con una serie de creencias culturales de un pueblo o de una sociedad en el pasado. En los mitos nos vamos a encontrar con personajes fantásticos o también denominados sobrenaturales, como dioses o monstruos que son utilizados para contar algo de la realidad que en cierta época de la historia de la Humanidad no se podía explicar de otra manera.

Por lo general, los mitos no cuentan con un espacio tiempo bien definido y se suelen situar muy atrás del origen de la humanidad o incluso dentro de los límites de la existencia de los seres humanos pero creando elementos que van a darle un toque místico o sobrenatural. En los mitos son los propios dioses o seres superiores a los humanos los que van a explicar qué es lo que ha sucedido para que la Tierra sea como es y por lo tanto, se puede explicar por medio de estas narraciones la creación de las montañas y los ríos, como también el motivo por el que llueve o también la aparición del hombre.

Como hemos comentado anteriormente, aunque hoy en día es posible encontrar todo tipo de mitos escritos, la tradición era transmitirlo de forma oral, puesto que en la antigüedad pocos eran los que sabían escribir y mucho menos leer, por lo que estas historias eran contadas en los templos o plazas de las ciudades contando un suceso anterior a la Humanidad y que ayudaba a explicar cualquier conocimiento, tanto cósmico como cercano a nosotros, como bien puede ser el día y la noche. Por otro lado, los mitos también suelen tener una enorme carga espiritual o religiosa, y están presentes dioses o seres superiores a los seres humanos que son los que nos guían y nos aconsejan, aunque también pueden castigarnos. Podemos encontrarnos todo tipo de mitos, aquellos que quieren explicar el origen de la Humanidad y de la creación de los pueblos o ciudades, como por ejemplo el caso de Roma que según dice la mitología romana fue fundada por Rómulo y Remo o también aquellos que hablan del fin del mundo o de las catástrofes que ocurrirán en el planeta causados por ciertos seres o circunstancias.

¿Qué son las leyendas?

En las leyendas, podemos encontrar, al igual que en los mitos, personajes fantásticos o que cuentan con habilidades maravillosas o sobrenaturales, aunque a pesar de esto, se acercan mucho más a lo que es la realidad de las cosas. Uno de los ejemplos que podemos encontrar es la historia que se nos relata de Robin Hood, el cual era un personaje que podría haberse dado en la vida real y que se le ha agregado una habilidad maravillosa o fantástica que era la de tener una puntería excelente.

En este caso las leyendas están basadas en hechos que bien podrían ser reales pero que no se tiene toda la información precisa para descartar esta idea o para afirmarla. Un ejemplo claro de leyenda urbana es la que nos relata que Walt Disney fue una persona que una vez muerto lo congelaron para que, cuando se descubriese la cura de la enfermedad que había acabado con su vida, pudiera volver a revivir descongelándolo y usando dicho tratamiento. De la misma manera tenemos las leyendas sobre los avistamientos de OVNIs, que pueden ser o no ser verdad, puesto que no tenemos todas las pruebas con nosotros que nos aseguren que se trata de un bulo o no.

Entre las características que nos encontramos en las leyendas podemos decir que ayudan de una manera más clara a explicar ciertos aspectos de la historia de una época en particular o para un grupo de personas, por lo que es importante que se encuentre dentro de un contexto o un espacio tiempo definido. Por lo general no sabrás la fecha exacta, pero si el lugar al que corresponde dicha leyenda, como por ejemplo ocurre con la leyenda de Aquiles y el caballo de Troya.

Dentro de las leyendas se pueden clasificar en varias, según la temática o la extensión siendo las más habituales las leyendas historias en las que se busca un personaje importante al que se le da gran importancia y poderes y se cuenta cómo ayudó a formar una ciudad o a derrotar un ejército.  Por otro lado están las leyendas urbanas, que son aquellas que se transmiten de manera oral y que llegan a extenderse como un auténtico virus consiguiendo que llegue en el menor tiempo posible a más personas. Uno de los clásicos dentro de las leyendas urbanas se puede considerar el programa de televisión presentado por Concha Velasco llamado Sorpresa Sorpresa en la que una chica recibía en su casa la visita del cantante Ricky Martín y ocurre cierto suceso inesperado.

De igual modo que en los mitos, también se pueden dar algunos casos en los que las leyendas tienen un tono religioso, como bien podría ser la aparición de la virgen de Fátima a los pastores o incluso la aparición de ciertas caras en las humedades de las paredes, siendo todas estás señaladas como actos de Dios o de Jesucristo.

Las leyendas se transmiten en todo momento de una persona a otra, tomando cada vez más importancia debido a la repercusión de lo que se pueda contar. De la misma manera, en un pueblo se puede hablar de que alguien ha visto un fantasma en una de las viviendas abandonadas pero esta noticia corre como la pólvora y, aunque nadie más haya visto este ente, al final todos piensan que dicha casa realmente se encuentra embrujada.

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Cuáles son los elementos de la narración

Cuáles son los elementos de la narración

La definición de narración es la de aquella forma que tenemos de contar un suceso, bien se haya producido en la realidad o bien se trate de algo inventado. Aunque comúnmente relacionemos la narración con lo escrito, se puede narrar todo tipo de historias o hechos de manera oral, habiendo sido la manera habitual hace siglos, puesto que en aquella época una gran parte de la sociedad era analfabeta y no sabía ni escribir ni leer. En esta guía completa, vas a descubrir cuáles son los elementos de la narración y cómo se utilizan para realizar una narración de calidad.

Elementos de la narración

El narrador

Uno de los elementos más importantes de la narración de un hecho o historia es el papel del narrador. Como su propio nombre indica, es la persona que va a contar los sucesos, dándole un punto de vista particular a lo que ha ocurrido o está ocurriendo. Según la peripecia del autor de la narración, esta puede ser más o menos interesante según las palabras que se utilizan y puede mostrar con el texto que ha narrado sus intenciones o incluso la opinión que tiene respecto al hecho que ha ocurrido.

En una narración nos podemos encontrar dos tipos diferentes de narradores. En primer lugar está el que cuenta la historia que el mismo ha vivido y por lo tanto está relatada en primera persona, imperando los pronombres personales en primera persona del singular, aunque también se pueden encontrar otros, según lo que dicte la narración. El siguiente tipo es el narrador en tercera persona, que nos va a relatar los sucesos que han ocurrido, pero que no los ha vivido en persona.

Acción narrativa

La acción es lo que les ocurren a los personajes de la historia, de los cuales hablaremos más adelante. Se trata de las situaciones por las que pasa, desde el inicio del relato hasta su término, pudiendo estar estructurado en capítulos o en pequeños episodios para que se pueda de una manera organizada gestionar cada acontecimiento dentro de una misma narración. Aquí se puede hablar absolutamente de todo, desde la propia acción de bajar la basura hasta narraciones mucho más elaboradas y complicadas que pueden tardar mucho tiempo en escribirse o en contarse.

Personajes

Los personajes de la narración son las personas que participan en ella. Son uno de los elementos más importantes y según el tipo de relato que estemos contando, ya que puede ser uno con un tema real o con uno imaginario, pueden cambiar en importancia, pudiéndose hablar de personajes reales de la vida o inventados, siendo preciso aclarar que en una narración podemos contar también la historia de un objeto que en la realidad es inanimado como por ejemplo un bolígrafo o bien la de un animal. Dentro de este elemento cabe destacar el papel del personaje principal o personajes principales, siendo en el caso de narrador en primera persona, el protagonista de su propia historia y por lo tanto, quien la relata, mientras que aquellos que están a su alrededor se consideran personajes secundarios.

Los personajes secundarios son aquellos que aparecen solo una o dos veces en la historia, mientras que aquellos que acompañan en la acción al protagonista, son considerados personajes principales y de gran importancia, ya que gracias a ellos y, por supuesto, al protagonista, la historia puede llevarse a cabo. Por otro lado, aunque suele aparecen en la gran mayoría de relatos narrativos, nos encontramos con el antagonista de la historia, que es aquel personaje que busca incordiar u obstaculizar el camino del personaje principal.

Estructura de la narración

A la estructura de la narración nos referimos a la organización que tienen todos y cada uno de los elementos dentro de la historia y que unidos todos forman el relato y es entendible por las personas que lo escuchan o lo leen. En el caso de que estos elementos estuviesen desordenados, sería muy complicado seguir con el hilo narrativo y por lo tanto, el receptor del mensaje perdería completamente el interés por lo contado. Toda narración cuenta con una estructura, que según el autor podrá dar más o menos importancia a una u a otra.

El planteamiento es aquella parte en la que se nos cuenta quiénes son los personajes, como también la misión que tienen o la acción que esperamos que se realice dentro de la narración. Es importante que esta parte esté bien desarrollada puesto que ayudará a la trama principal y a comprender qué es lo que va a ocurrir a continuación.

El siguiente paso será el nudo y aquí lo que se busca es profundizar en todo lo que se ha hablado en el inicio del relato. En esta parte suele haber una problemática, algo que se interpone en el camino de los personajes principales y que les supone un reto para continuar. Es cuando, por lo general, aparece el antagonista y pone en un aprieto a todos los protagonistas de la narración.

Para terminar con la estructura de la narración tenemos el desenlace, que es la finalización de la historia, donde todos los problemas se resuelven o al menos quedan solucionados para bien o para mal de los personajes, puesto que no siempre tiene que ganar los protagonistas. En ciertos relatos y para que el lector saque el mismo conclusiones, nos encontramos con que el final queda abierto, es decir, nosotros somos los que nos imaginamos qué es lo que ocurre al final.

El tiempo

Aunque muchos expertos no lo incluyen es algo sumamente importante para comprender la historia principal de la narración. El tiempo es el cuándo sucede, si bien se trata de un relato que ha ocurrido en el pasado y el narrador lo está contando como algo que ha vivido o que ha sucedido, o una narración que está ocurriendo en este preciso momento y se va alternando entre presente y pasado, según la complejidad narrativa. En los últimos tiempos se está llevando a cabo un estilo en el que se cuenta una historia presente y otra pasada y al final, la pasada termina vertiéndose sobre la del presente para cambiar la imagen que teníamos de todo.

Espacio

Por último y no menos importante, nos encontramos con el espacio que ocupa la historia, puesto que no es lo mismo que una acción se desarrolle en medio del campo o de la naturaleza que si se realiza en una gran ciudad. Este espacio puede estar dentro de lo real, como los anteriormente dichos, pero también pueden situarse en un lugar inventado o idealizado. De la misma manera, el espacio juega un papel fundamental en toda la historia, puesto que se conseguirá desarrollar de una manera u otra según la localización en la que se encuentre cada personaje.

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Diferencia entre prosa y verso

Diferencia entre prosa y verso

En más de una ocasión seguro que te ha surgido la duda de saber cuál es la diferencia real entre la prosa y el verso. Y para eso estamos aquí, para mostrarte de manera detallada que es cada una de las dos cosas y así conseguir que puedas diferenciar fácilmente si estás ante un verso o una prosa. Cuando conoces que es cada cosa te resultará realmente sencillo diferenciarlo.

¿Qué es la prosa?

Se puede definir prosa como el lenguaje natural en el cual no hay ningún tipo de norma a la hora de conseguir una rima, sonoridad o cadencia.

El objetivo primordial de la prosa es el de conseguir la comunicación entre las personas a través de las ideas expuestas con el lenguaje. A través de la prosa nos comunicamos sin atendernos a ningún régimen o reglas, a excepción de las reglas gramáticas y ortográficas que estamos usando, en este caso el español. Se puede decir que la prosa es la manera cotidiana que tenemos los ciudadanos a la hora de comunicarnos con el resto de las personas.

Gracias a que es la forma tradicional de expresarnos, la prosa nos sale sola, es decir, no tenemos que pensar antes de comunicarnos con la prosa. Hay que recordar que la prosa se puede usar de manera hablada, escrita, leída e interpretada, es decir, es el género más común por las personas que se quieren comunicar con otras personas. Para hacernos a la idea, la prosa son los textos que están presentes en la gran mayoría de textos, bien sean académicos, documentales, textos de entretenimiento o informativos entre otros.

¿Cuál es el origen de la palabra prosa?

Si miramos la etimología de Prosa, podemos ver que el termino viene directamente del latín. Concretamente viene de la evolución “prosa oratio” que significa discurso directo. Podemos ver como prosa es el femenino de Prosus que es directo que viene directamente evolucionado de la palabra provorsus que significa moverse hacia adelante.

¿Qué es el verso?

El verso es una forma de expresión que está sujeta a diferentes reglas que buscan una sonoridad entre las palabras para conseguir la ansiada rima. Actualmente hay diferentes tipos de versos dependiendo de su sonoridad y sobre todo del ritmo de las frases que se usan. Para que te hagas a la idea, el verso es la estructura que se ha usado y se sigue usando a la hora de hacer poesía.

Para poder hacer una escritura en verso, el creador de la rima tiene que pensar en diferentes parámetros como la medida, rima, pausas y ritmo. Debido a estos parámetros, actualmente los versos se dividen en diferentes grupos. Si quieres conocer los diferentes tipos de versos, solo tienes que seguir leyendo.

Verso suelto: es un tipo de verso que destaca por no tener ningún tipo de rima, pero que llevan un ritmo adecuado que provoca una gran armonía a pesar de no ofrecer dicha rima.

Verso rimado: recoge este nombre cuando hablamos de una estructura narrativa que apuesta por la rima consonante. Esto quiere decir que los sonidos de las vocales y consonantes coinciden creando el ritmo y la rima.

Verso blanco: son los versos que cuentan con una medida determinada, pero no cuentan con rima. Esto significa que cada frase cuenta con una cantidad determinadas de sílabas y ese número se repite constantemente.

Versos según el número de sílabas

Versos de arte menor: reciben este nombre los versos que cuentan con dos a ocho sílabas.

Versos de arte mayor: son los versos que tienen nuevo o más sílabas.

Verso libre: es el tipo de verso que va por libre, es decir, no tiene una composición determinada de sílabas. Para poder decir que estamos ante un verso, debe contar con unas reglas de sonoridad.

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Estructura de un comentario de texto

Estructura de un comentario de texto

Los comentarios de texto son uno de los ejercicios más habituales que se realizan desde la Enseñanza Secundaria Obligatoria en adelante, sobre todo en las ramas que se centran a la lengua y la literatura. También están incluidos en muchas pruebas educativas como la selectividad o incluso en las pruebas de acceso a ciclos formativos o para entrar en la Universidad si se tiene más de 25 años. En esta guía te vamos a explicar la estructura de un comentario de texto, como también algunas recomendaciones para que esta redacción que vayas a realizar esté perfecta.

Pasos para realizar un comentario de texto

El primer paso que deberás de llevar a cabo y que muchos estudiantes se saltan es la lectura comprensiva del texto. Deberemos de analizar minuciosamente todos sus detalles, empezando por el tema que trata, como también los diferentes factores, con el fin de saber de qué texto narrativo se trata. Lo ideal es que se realicen como mínimo dos lecturas, aunque muchos especialistas corroboran que el número aconsejado es a partir de la tercera. La primera de ellas es la que se va a centrar en saber la temática, pero lo más importante es encontrar una visión general de lo que se nos propone. Es importante que se lea al completo, y que no nos saltemos este paso, puesto que podría desencadenar en una serie de fallos que reducirían la nota final.

Las siguientes lecturas son para identificar y esquematizar los factores importantes dentro de este texto, pudiendo, si fuese necesario, escribir en el propio texto, subrayar o sacar ideas en los márgenes. En el caso de que en la prueba o en las indicaciones se prohíba realizar esto, deberás de tener un folio aparte para usar a modo de borrador y por lo tanto, sacar las conclusiones en este papel aparte.

Una vez que hayas sacado todas las ideas y partes clave del texto, deberás de hacer un pequeño resumen de lo leído, todo si es posible con tus propias palabras, con el fin de que no vicies el comentario con palabras del autor del texto. En el resumen solo deberá de constar lo esencial del texto, el objetivo principal y los detalles que pueden ser de especial importancia, pero eliminando en todo momento los ejemplos o sucesos que, aunque pueden dar importancia, no merecen la pena estar en este resumen.

¿Cómo estructurar un comentario de texto?

Una vez que hayas realizado el resumen, deberás de escribir en una o dos líneas como mucho la idea principal del texto, la más importante, y lo debes de hacer con pocas palabras pero que estas sean lo más claras y concisas posible.

Escrito el tema del texto, tendremos que estudiar la estructura del comentario de texto ya que los autores pueden variar según el tipo de texto con el que nos enfrentemos, pudiendo clasificarse en cuatro grupos:

Deductiva

La primera estructura es la deductiva o también denominada como analizante. En este tipo lo que podemos encontrar es que el autor del texto va de lo más general a lo más específico o particular. Para ponerte un ejemplo claro, nos encontramos con un texto que nos habla del paisaje de una región en particular, hablándonos de los bosques que tiene, para luego, poco a poco ir analizando cada árbol y cada arbusto. Como podemos ver va de más a menos y esto debe de ser explicado en esta parte del comentario de texto.

Inductiva

En el caso contrario nos encontramos la estructura inductiva o Sintetizante, en la que podemos apreciar que se hace exactamente lo contrario al deductivo, es decir, ir de lo más particular de lo específico hasta lo global. En casos en los que se esté analizando un reportaje periodístico, nos podemos encontrar con la descripción de un problema de cortes de agua en una ciudad puesto que el agua les está escaseando, sin embargo, el autor va más allá y consigue hacernos ver que se trata de un problema mucho mayor que no solo afecta a dicha ciudad de pocos habitantes, sino que a nivel mundial se están encontrando zonas con mucha sequia y situaciones muy desfavorables para lograr un consumo de agua potable de calidad.

Encuadrada

Esta estructura se basa en la formulación de una idea principal que toma gran importancia en el texto, sin embargo, se va dividiendo según otras ideas secundarias que salen de la primera y siguen desarrollándose en el texto. Finalmente todas esas ideas vuelven de nuevo a unirse para finalizar con el inicio. Suelen ser utilizados estos textos para dar una introducción sobre un tema en particular que van desglosando para finalmente, el lector vuelva al inicio sintiéndose mucho más informado que al principio.

Paralela

Esta estructura es una de las más complejas y hay que saber no solo identificarla bien, sino también descubrir cuál es el tema principal, puesto que suele tener más de dos ideas principales que van desarrollándose con el fin de que tengamos muchos más puntos de vista pero sin decantarse por ninguno de ellos al término del texto.

¿Qué tipo de texto es?

El siguiente paso será el identificar el tipo de texto que estamos analizando. En esta apartado tenemos que justificar cada una de las razones que damos, identificando en el texto aquellos puntos que pueden ser interesantes destacar y que pueden ayudar al que finalmente nos evalúa el comentario de texto a saber si realmente estamos seguros de lo que decimos o si estamos intentando echar balones fuera.

Como puedes imaginar, podemos encontrarnos textos de cualquier índole, desde los narrativos periodísticos, en los que podemos encontrarnos desde noticias, reportajes o crónicas, hasta los humanísticos, o científicos, hablando con palabras técnicas, un detalle que puede ser crucial para saber qué tipo de texto es. En este campo también deberemos de ver la organización del propio texto y si queremos completarlo aún más hablar, si es posible y se tiene la información necesaria, del contexto en el que se ha escrito, puesto que esto es determinante en algunos casos para la elaboración de la estructura del texto y por tanto debe ser aclarado en el comentario.

Comentario crítico del texto

A modo de conclusión, un comentario de texto estaría incompleto si no tuviese un apartado para concluir con el propio texto que se ha elaborado. Es esencial que en estos casos no digamos simplemente que nos ha gustado o nos ha disgustado lo que hemos leído, puesto que, aunque el resto del comentario hubiese estado bien, esta opinión puede tirar por tierra todos tus esfuerzos.

Escribir una crítica sobre un texto es un proceso que requiere reflexión, y que deberás de contar con buenas palabras qué partes ves que son importantes en el texto y que pueden ayudar a otras personas que lo lean a reflexionar sobre el tema tratado. De igual modo, también puedes comentar y siempre escribiendo tus argumentaciones las partes que no compartes y que debería de haber cambiado el autor o que, simplemente no son aconsejables o no se deberían de tener en cuenta.

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Diferencia entre diptongo e hiato

Diferencia entre diptongo e hiato

Si tenemos pensamiento de realizar un escrito, ya bien se trate de un texto periodístico, un texto narrativo, como una novela o un relato corto, o incluso si nuestra intención es escribir de manera correcta, tendremos que saber todas y cada una de las reglas de ortografía. Muchas de ellas las aprendimos cuando estuvimos en el colegio, sin embargo en el instituto se hicieron más complejas, para darle un uso más amplio a la escritura. En esta guía queremos que sepas las diferencias que existen entre los diptongos y los hiatos, aunque también te hablaremos de los triptongos, los cuales también son muy importantes en nuestra lengua.

¿Qué es un diptongo? ¿Y un hiato?

Vemos necesario que, antes de hablar de las diferencias que podemos encontrar entre una definición y otra, decirte que, según diferentes estudios, de las reglas de ortografía que más cuesta a grandes como pequeños es la acentuación y en muchos círculos es imprescindible conocer cada una de sus normas para realizar un escrito de calidad y que no cuente con dichas faltas.

Cuando hablamos de la acentuación de una u otra palabra, es importante conocer el número de sílabas que la forman, con el fin de identificar donde se produce la sílaba tónica y se debe de colocar el acento. Pero ¿qué ocurre cuando no sabemos exactamente por donde deberíamos de cortar la palabra? Esto es lo que vamos a descubrir a continuación con la formación de hiatos y diptongos.

¿Qué es un diptongo?

Para saber con exactitud cuál es la definición más acertada de diptongo, tenemos que dirigirnos a la Real Academia Española de la lengua, la cual, lo define como un “conjunto de dos vocales diferentes que se pronuncian en una misma sílaba”. Es importante recalcar que de estas dos vocales al menos una deberá de ser la “i” o la “u” y que estas no van a ir acentuadas en ningún momento.

La cantidad de diptongos que se puede formar es muy extensa. A continuación te vamos a presentar algunos ejemplos con palabras que incluyen dichos diptongos, de esta manera sabrás identificarlos cuando los veas en un texto. Aunque como puedes ver en este texto que te hemos elaborado, podrás encontrar muchos sin complicaciones. Ai, au, ei, eu, ia, ie, io, iu, oi, ou, ua, ue, ui, uo.

Dentro de los propios diptongos, se pueden clasificar por diferentes tipos, siendo estos los crecientes, que son los que la segunda vocal es la tónica de la pareja de vocales, como en el caso de “viejo”. Por otro lado también están los diptongos decrecientes que a diferencia de los anteriormente definidos, su sílaba tónica es la primera vocal, como podemos ver en “aire”. Finalmente, están los homogéneos, en los que ninguna de las vocales va a tener una fuerza superior, por lo que se entonará de la misma manera, como ocurre con “ciudad”.

¿Qué es un triptongo?

Otra de las uniones de vocales que se dan en nuestra lengua son los triptongos, por este motivo, queremos incluirlo en un pequeño apartado para que también sepáis de ellos y de su correcta utilización en el lenguaje. Los triptongos se forman cuando en una misma sílaba se unen de manera natural tres vocales juntas. Esta unión deberá de ser entre una vocal abierta (a, e, o) que se encuentra justo en medio de las dos restantes, que deberán de ser cerradas (i, u). A diferencia de los diptongos, la vocal tónica solamente se deberá de encontrar en la vocal abierta del centro, puesto que, en caso contrario, nos encontraríamos que el triptongo se partiría y no se formaría.

¿Qué es un hiato?

Cuando un diptongo se rompe, puesto que la vocal cerrada que lo forma debe ir acentuada, estaremos hablando de un hiato o que se ha producido uno. De igual manera, cuando en una palabra, como bien puede ser “teorema”, existen dos vocales abiertas en diferentes sílabas, también se la denomina hiato. Entre los ejemplos más claros que podemos aportar, se encuentran los de “héroe”, “reír”, “maíz”, entre otros.

Claves para diferenciar entre hiato y diptongo

Existen diferentes claves o trucos para saber diferenciar entre lo que es un diptongo y lo que se considera hiato. Uno de los trucos que más se recomiendan seguir es el más clásico en los colegios de educación primaria y se trata de los golpes de voz de una palabra. En este ejercicio, cada sílaba debe ser acompañado con un tono de voz más fuerte, como por ejemplo podría ocurrir con “ca-í-da”, debiendo de decir cada una de sus sílabas por separado, empezado, en el caso de que queramos enseñárselo a alumnos, por golpes de voz de palabras sencillas, sin este tipo de reglas de ortografía.

Otro de los trucos es buscar por medio de palmas, debiendo de identificarse cada palmada con una sílaba, de esta manera sabremos de lo que estamos hablando, es decir, si es un hiato y por tanto, las vocales van en sílabas diferentes, poniendo como ejemplo “hé-ro-e”. En el caso de los diptongos, por fuerza y para que la palabra suene correctamente, deberán de ir en la misma sílaba, al igual que ocurre con los triptongos, aunque en estos casos hablaremos de tres vocales juntas.

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Texto objetivo y subjetivo

Cuando hablamos de los tipos de textos que se pueden escribir o leer en la actualidad, una de las comparativas que se puede encontrar es la que enfrenta a los textos objetivos y los subjetivos y en esta guía queremos que conozcas las diferencias que tienen cada uno de ellos, como también para qué tipo de género literario se suelen utilizar con el fin tanto de saber en qué tipo de categoría clasificarlos cuando estás leyendo uno de ellos o escribiéndolos.

¿Qué es un texto objetivo? ¿Y uno subjetivo?

Cuando nos queremos referir a un texto objetivo, es aquella narración en la que se busca que la opinión o punto de vista del emisor sea en todo momento neutra, centrándose con especial dedicación a dar una descripción clara del tema que se está hablando, sin que intervengan otros factores que puedan hacer ver que la intención del texto no sea otra que la de mostrar o informar de un suceso o caso en particular.

En el caso contrario nos encontramos los textos subjetivos, en los que, además de contar o relatar un suceso o tema, también podemos ver una clara inclinación por parte del autor de la narración hacia una u otra postura. En estos textos, como te explicaremos más adelante, el emisor desea transmitir su opinión, en algunos casos de una manera muy sutil y en ocasiones casi no apreciable, pero en otros casos podemos ver con total claridad qué es lo que busca con el texto y qué es lo que pretende enseñarnos.

Diferencias entre los textos objetivos y los textos subjetivos

Lo primero que vamos a destacar es que los textos que buscan una objetividad serán aquellos que están más cercanos a la realidad de las cosas, puesto que cualquier persona puede leerlo y tener una idea de lo que ha ocurrido o del tema que se ha tratado, sin que sienta, por las palabras del emisor, una inclinación hacia un lado u otro. Simplemente va a recibir una información que le ayudará a conocer un tema en particular. Al no buscar influir en nosotros, conseguimos que la narración sea más veraz o al menos, más cercana a lo que debería de ser la verdad.

En el caso de los textos en los que se busca una subjetividad, veremos que, el narrador quiere guiarnos hacia un objetivo, un fin, que no será otro que el ganar un seguidor a su pensamiento, consiguiendo que estemos de acuerdo con su manera de pensar y su posición respecto a un tema. Esto cuenta con algunos problemas, siendo el principal que en ocasiones, para dar este toque subjetivo, se pueden llegar a omitir cierta información que hace que el lector pueda sentirse más identificado con lo que ha dicho, por lo que no tiene toda la verdad para poder comparar.

Características de los textos objetivos

Se debe de recalcar que los textos objetivos van a aportar una gran cantidad de datos, porcentajes o cifras que hagan que el lector tenga en su poder una serie de herramientas y conceptos sobre el tema a tratar. Al final, todos estos datos harán que la persona que lo lea tome una opinión al respecto, sin necesidad, como es el caso de los textos subjetivos, de guiar al lector hacia un punto de vista.

Los adjetivos que suelen utilizar este tipo de textos son más bien demostrativos o explicativos, sin llegar a valoraciones que puedan hacer ver una opinión del emisor. De la misma manera, los verbos y todo el texto suelen estar escrito siempre en tercera persona o como mucho en primera del plural, convirtiendo la narración en algo impersonal, sin que llegue a transmitir una sensación de cercanía entre el escritor y sus lectores.

Las oraciones son cortas, muy breves y sin necesidad de escribir frases subordinadas. Estas oraciones están escritas en modo indicativo, con un vocabulario técnico, muy habitual en textos de carácter científico o reportajes. Al final del texto no te vas a encontrar opiniones o conclusiones que busquen una reflexión, sino que pueden concluir haciendo un repaso de todos los datos que se han ido recogiendo, pero sin llegar a una opinión o punto de vista.

El uso que se le va a dar del texto objetivo es meramente la de informar, encontrándose sobre todo en noticias periodísticas o incluso en textos de investigación en las que las palabras empleadas son muy técnicas o científicas, buscando solo aportar datos sobre un suceso. Este tipo de textos da una sensación de confianza y seguridad sea cual sea el lector, es decir, se sabe que el medio de comunicación que lo publica lo que quiere es informar sobre un dato o un tema en concreto y que no desea cambiar la opinión o punto de vista de los lectores, por lo que cualquier persona de cualquier ideología puede hacer uso de los textos objetivos sintiendo que está recibiendo la verdad del suceso.

Características de un texto subjetivo

En un texto subjetivo vas a encontrarte unos adjetivos con una amplia carga de adjetivos que expresan la opinión personal del autor del texto, buscando, por medio de metáforas y figuras literaturas hacer mella en el lector. A diferencia del anterior modelo, las oraciones suelen ser mucho más largas y según el estilo del escritor, pueden estar subordinadas o no.

Respecto a la utilización de los tiempos verbales, nos encontramos con unos textos más ricos, puesto que no solo encontrarás el indicativo, sino que también suele destacar el imperativo en determinadas situaciones, como el subjuntivo, siempre escrito en primera persona. Aunque por lo general, en los textos con un estilo más estético se omite, es común encontrarse con el pronombre “yo” en las narraciones.

De igual modo, el texto subjetivo suele estar muy relacionado con el argumentativo, puesto que, además de dar algunas citas, datos y enumerar porcentajes, también aportará una serie de opiniones que buscarán la reflexión. Los lectores van a sentir en cada uno de los argumentos la opinión del autor, algo que en algunos campos puede estar bien visto, sobre todo si se comparte el punto de vista, sin embargo, si se analizan correctamente, se puede ver en algunos casos que la realidad ha sido modificada o se ha omitido una serie de datos que podrían contrastar la verdad de lo sucedido.

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Literatura barroca española

El Barroco en España fue uno de los periodos en los que la literatura tuvo una importancia increíble, y es por eso que se considera al siglo XVII, que es exactamente cuando llegó a nuestro país este movimiento, el Siglo de Oro, uniéndose en un mismo periodo autores de gran renombre y creándose obras que, como podrás leer a continuación, tuvieron y a día de hoy, todavía tienen, gran importancia en nuestra sociedad, como es el caso de El Quijote, una de las obras magnas de la literatura barroca española.

¿Qué características tiene la literatura barroca española?

Como hemos comentado, el Barroco se originó en el siglo XVII y no solo afecto a la literatura, sino también a la manera de ver el arte en todos sus campos, va bien sea en la pintura, la escultura o incluso en la arquitectura, puesto que dio un cambio drástico en la construcción de lo que anteriormente se creaba, haciendo ver que el Universo es algo que no cuenta con la perfección que, por ejemplo, el Renacimiento buscaba, haciendo que todo cumpliese una serie de normas estéticas. En este movimiento se descubre o se busca destacar que la imperfección también existe y que también puede ser bella, al igual que el desequilibrio entre las estructuras, ya bien sean arquitectónicas como literarias.

Para resaltar estas imperfecciones lo que se emplea en la literatura son los contrastes que hacen ver la cara, pero también la cruz de un mismo hecho, como por ejemplo la vida y la muerte, la cordura y la locura, la felicidad plena y la tristeza. Todo esto también se identifica al crear unos elementos que equilibran la historia, que hacen que dentro de todo este desorden de contrastes, ayuden a dar una especie de equilibrio en la que el lector tenga constancia de que en el mundo, en el Universo pueden convivir perfectamente ambos conceptos tan contrarios.

Cuando se habla de la literatura barroca española, nunca hay que olvidar que uno de los grandes precursores de que llegase a España y que tomase la importancia que tuvo más adelante fue Miguel de Cervantes, puesto que es el que promovió este movimiento, haciendo de puente entre el Renacimiento, el cual había llegado a la península de manera tardía con respecto al resto de países que ya estaban en su madurez, y el Barroco. Fue en este preciso momento cuando escribió su novela más conocida y que ha sido traducida a decenas de idiomas y que a día de hoy, es considerada como una de las obras más leídas y comercializadas de todo el mundo.

Dentro de la literatura barroca española se dan dos tipos o estéticas bien diferenciadas. En primer lugar nos encontramos con una literatura conceptista, es decir que usa una gran cantidad de conceptos que ayudan a que la escritura fuese más rica en paradojas, dobles sentidos que hacían que el lector tuviera que pararse a identificar cada una de las frases y cuál era su significado. Son muchos los estudiosos que nombran a esta literatura del concepto como una escritura inteligente, ya que buscaban el fondo de la literatura más que la propia forma, es decir, se dedicaban más a escribir de manera ingeniosa, rebuscada en algunos conceptos y palabras para que el lector pudiera seguir con su lectura. Uno de los ejemplos que se puede dar es la expresión “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”, frase que, como puedes ver, no cuenta con una forma estética elaborada o con palabras bien sonantes, sino que, lo que intenta es elaborar un fondo que haga pensar al que lo lee y sepa identificar a qué quiere referirse.

El otro estilo de la literatura barroca en España era el culteranismo o también denominado en algunos sectores como gongorismo, ya que uno de sus precursores fue Luis de Góngora, un poeta que buscaba engalanar todas sus obras con unas métricas bien sonantes, de gran calidad y belleza, confiriéndole al texto palabras que pudieran sonar bien y ser consideradas arte, ya que deseaba, a diferencia del conceptismo, que la forma fuese mucho más estética y que pudiera considerarse más sensorial o emocional. Existen muchas obras del culteranismo en el que la persona, puede cerrar los ojos y sentir cada una de las palabras y las sensaciones o emociones que quiere transmitir. Por lo tanto, el objetivo principal era hacer sentir al lector, hacer que, con la lectura de una de sus obras o poesías, pudiera sentir ternura, amor, tristeza, o incluso llegar a sentir el estar en medio del campo rodeado de flores con la fragancia que estas desprenden. Como se puede ver, es contrario al anterior tipo, que quería el uso de la literatura para hacer pensar.

Autores principales de la literatura barroca española

Cabe destacar que en esta época tan prolífica de la literatura española, no solo se escribió novelas o escritos en prosa, sino que también tuvieron gran importancia la poesía y por supuesto, el teatro, y en este bloque queremos hablarte de algunos de los autores y sus obras del Barroco español más famosos.

Lope de Vega

Hablar de Lope de Vega es hacerlo de uno de los mayores escritores de la literatura de nuestro país, puesto que, a pesar de ser conocido principalmente por sus obras teatrales, en las que destaca sin dudar Fuenteovejuna o La dama boba, también escribió muchas novelas y poesías.

Miguel de Cervantes

Cuando se menciona a Cervantes, nos viene a la cabeza Don Quijote de la Mancha, una obra que se encuentra dentro de la literatura universal junto con otros autores tan reconocidos como Shakespeare. A pesar de esto, no solo escribió la historia del ingenioso hidalgo, sino que también nos dio otras novelas recogidas en sus “Novelas ejemplares” o en “La Galatea”.

Francisco de Quevedo

Aunque, como ocurrió con el resto de autores españoles, sus obras fueron muy variadas, destacó principalmente por sus poemas, ya que cuenta con una gran variedad de temas, desde los amorosos, hasta los sátiros o los heroicos.

Luis de Góngora

Otro de los grandes referentes fue Góngora. Uno de los datos curiosos es que nunca llegó a publicar ninguna de sus obras ni poemas, sin embargo, una vez falleció, sus manuscritos fueron transcritos y es gracias a esta acción que podemos disfrutar de sus obras y su multitud de poemas.

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Qué es un cuento

Los cuentos siempre se han relacionado con un público infantil, sin embargo, estas narraciones son aptas para cualquier público e incluso antiguamente estaban destinados para el entretenimiento de las familias o personas que querían escuchar una de estas historias, puesto que comenzaron, como te explicaremos más adelante, con la transmisión de manera oral. Si quieres conocer todas las características de los cuentos, su definición y cuáles han sido los autores más relevantes, sigue leyendo esta guía.

¿Qué características tiene un cuento?

Un cuento, por definición, es uno de los subgrupos que se encuentran dentro de los géneros literarios narrativos y que, como podrás descubrir a continuación, tienen una serie de características que hacen que sea identificado fácilmente.

Para comenzar, el cuento se podría clasificar como relato, puesto que no suele extenderse en número de palabras ni tampoco de páginas, siendo relativamente corto. Aunque obras que son extensas, dada la cantidad de personajes o lo elaborado de la trama, por lo general, un cuento no va a pasar de una extensión de más de 35000 palabras. Cabe destacar que en un cuento, las palabras importan y por lo tanto, se le dedica mucho esmero y cuidado a la elección de cada una de ellas, puesto que al buscar ser corto o de poca duración, cada frase o párrafo debe de tener una finalidad y por este motivo, algunos autores determinan que es una de las formas más complicadas de escribir, puesto que deben de, en pocas palabras entretener y también buscar una comprensión sencilla pero elegante.

Aunque se suele caracterizar el cuento como una narración enfocada a los más pequeños o de público infantil, a día de hoy existen multitud de cuentos para adultos que también tienen todas las características de este tipo de género literario, aunque la temática suele cambiar. De igual modo, un cuento, si está bien contado o narrado, suele ser entretenido para todos los públicos.

Otra de las premisas que suelen tener los cuentos es que van a tener muy pocos personajes, sin embargo, todos ellos son importantes y no solo el protagonista de la historia, sino que cada uno de ellos cobra especial importancia en una de las etapas, ya bien sea para ayudar al personaje principal, el cual sin su ayuda no sería capaz de avanzar, como también para hacerle ver su finalidad u objetivo. La elección de estos personajes está destinada a que todos tengan una participación, como también un significado y una personalidad que los haga esenciales, y que, si no existiesen dentro de la narración, esta se encontraría incompleta o falta de emoción.

El contexto o espacio en el que suele realizarse la historia es el mismo lugar, a no ser que se trate de un pequeño viaje, por lo que ocupara no solo los dos puntos sino también el camino que va entre uno y otro. Suelen tener pocos elementos, aunque se suela describir dichas zonas para ambientar mejor el paisaje por donde los personajes andan, ya bien sea porque el bosque es oscuro y tenebroso, o si el mar está en calma y apacible, darán la información justa y necesaria para que el lector pueda hacerse una idea de donde se encuentran los protagonistas de la historia.

Como comentamos, el cuento es una narración sencilla, que no va a tener muchos hilos argumentativos, sino solamente una línea y esa es la que se va a seguir durante toda la historia hasta dar fin a lo que ocurre. A pesar de contar con diferentes personajes principales, nada se cuenta de su pasado o de sus orígenes, por lo que todo se va a concentrar en la historia presente que se lee, teniendo un principio y un final, sin vueltas argumentales y se busca por todos los medios que se pueda leer de una sola vez, sin necesidad de capítulos o parones en su lectura. Cabe destacar que los cuentos pueden ser o bien leídos o también transmitidos de manera oral.

Una de las similitudes que tiene con la novela y también con otro tipo de narraciones es que cuenta con una estructura determinada, en la que empezaremos con una introducción, presentado de una manera u otra a los personajes y también el objetivo o misión que tienen que realizar. Una vez realizado esto se dará paso a un nudo en el que la historia suele desarrollarse, pudiendo haber obstáculos por medio y haciendo la historia más amena e interesante, para dar luego a una conclusión a modo de desenlace en el que el cuento suele tener un final feliz.

¿Qué tipos de cuentos existen?

Se podría decir que existen un gran número de clases de cuentos, según su temática y su público, siendo el más común el cuento infantil, en el que los temas suelen ser los valores, muy similares a las fábulas pero siendo los personajes humanos y no teniendo que existir un apartado para la moraleja.

Se habla de que los más conocidos son los cuentos populares, esos que fueron transmitidos de manera oral de generación en generación, consiguiendo que llegasen a la actualidad gracias a ciertos autores que los recopilaron y consiguieron que permanecieran en nuestra tradición cultural por medio de sus escritos. Entre ellos podríamos destacar a los Hermanos Grimm los cuales tienen una gran cantidad de relatos y cuentos infantiles que fueron recopilando a lo largo de sus vidas, pero también elaborando otras de su puño y letra. Otro de los grandes autores fue Hans Christian Andersen que también escribió muchos cuentos que, aunque algunos tenían un tono más adulto por los temas en los que se trataba, en la actualidad se considera un autor para el público infantil.

Finalmente otro de los tipos de cuentos que más se están realizando son los llamados cuentos literarios, en los que se busca plasmar una historia con una estética en la prosa y una intencionalidad clara. En esta intención nos encontramos los cuentos para adultos, siendo, una de las referencias más claras que tenemos en nuestro país la obra “El Conde Lucanor” que cuenta con una narración más adulta dado que su tema principal es el consejo del reino.

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Modernismo y Generación del 98

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Aunque generalmente se habla del modernismo y de la Generación del 98 en un mismo bloque, puesto que se dieron en un mismo periodo de tiempo, son muchos los expertos en literatura que hablan de dos vertientes diferentes aunque con ciertos puntos en común. Nosotros en esta guía te vamos a hablar de lo que significa cada uno de ellos, su definición como también las características que lo hacen ser esenciales para el estudio de la evolución literaria, además de los autores que se nutrieron de este movimiento y crearon sus obras con sus normas.

¿Qué es el modernismo?

El modernismo se considera un movimiento literario que surgió en el siglo XIX pudiéndose encontrar tanto en América como también en Europa, por lo que no se encuentra un origen claro, aunque si una serie de autores de gran renombre que apoyaron su creación. Lo que buscan los autores que entran dentro del modernismo es escapar de la realidad que están sufriendo en su sociedad. La época en la que podemos clasificar tanto el modernismo, como también a la Generación del 98 es desde el 1880 hasta el 1920, habiendo por medio algunos sucesos que repercutieron en la estabilidad de la propia sociedad y por lo tanto, creando una sensación de negatividad y rechazo a la realidad que les había tocado vivir.

Como ejemplo decir, que en esta época nos encontramos con la pérdida por parte de España de todas las colonias de ultramar, un duro golpe que merma de manera increíble el espíritu y el poder español en otros puntos del planeta. Al igual, en el país estallan diferentes conflictos que marcarán un antes y un después en la evolución de la historia española, como es el golpe de estado de Primo de Rivera y más adelante su dictadura, habiendo grandes persecuciones de escritores y poetas que no defendiesen la causa de este mandatario. Si todo esto parece poco, también, con el estallido de la Primera Guerra Mundial, los ánimos, ya no solo de los escritores españoles, sino de todo el mundo decayó bastante y por este motivo, el modernismo y la Generación del 98 intentó con sus obras erradicar la realidad en sus escritos.

Características del modernismo

Entre todas las obras del modernismo y de la Generación del 98 se encuentran una serie de características o premisas que los hacen indiscutibles de este movimiento literario, aunque, de igual modo que ocurre en ciertos autores, estos comienzan con una literatura más tradicional para la época, pero poco a poco comienzan a incluir retales que se convertirán en obras firmes del modernismo.

Para luchar contra la realidad, que era bastante oscura, desordenada y triste en Europa y también en América, se busca crear una literatura con una estética impecable, por este motivo, se detecta en los escritos en prosa un vocabulario que lo que desea es embellecer la narración, algo muy cercano a lo que pudiese encontrarse en el romanticismo, ya que querían por todos los medios que aquel que pudiera leer dichas líneas, pudieran perderse de la realidad en la que vivían y disfrutar de algo bello.

Por otro lado, la poesía o relatos tenían un contexto alejado de lo que ocurría en los países de origen de los escritores, situando sus textos en otras épocas como por ejemplo la mitología griega o latina, el medievo o incluso buscaban culturas muy diferentes como la oriental, con personajes de la India, de Japón o incluso africanos en algunos casos. Para cambiar también la visión de un lugar deprimido, buscaban castillos o mansiones en los que sus personajes podían vivir alejados de cualquier realidad que se pareciese a la que estaban viviendo sus autores.

Los temas que nos encontramos en el modernismo y la Generación del 98 suelen estar llenos de mucha melancolía, de desazón y tristeza, por lo general los personajes sufrían una gran pérdida emocional, y por este motivo se envolvían en un entorno melancólico que les hacía recordar tiempos mejores, con más vida y más alegría. Dentro de estos temas es indiscutible la inclusión de muchos simbolismos, por este motivo, cuando se lee uno de sus relatos o poesías hay que saber interpretar cada uno de ellos para buscar la verdadera razón de lo que se escribe, como bien puede ser el dragón como símbolo de gran poder y fuerza, o la rosa que es belleza.

Como hemos mencionados, muchos especialistas ven como muchos autores hacen mano de estilos como el Romanticismo para sus creaciones, habiendo muchas similitudes en los tipos de personajes bohemios, solitarios y dedicados a describir sus sentimientos y emociones, en grandes castillos o lugares más bien apartados de cualquier realidad.

Principales autores del Modernismo

Dentro de los autores que se acogen al movimiento literario del modernismo podemos encontrar a uno que para muchos es considerado el padre pues desde sus orígenes en sus obras se ha detectado este tipo de características y durante toda su vida los defendió y ayudó a otros escritores a seguir con dicha tendencia. Este autor es Rubén Darío y si quieres leer algo representativo de él, tendrás que leer Azul… y Prosas profanas, puesto que en esta poesía vas a descubrir con absoluta brillantez lo que significa una obra modernista, debido a que cuenta con una métrica estudiada al milímetro, con paisajes exóticos y también momentos de mucha melancolía.

Otro de los grandes autores del modernismo es el gran Antonio Machado, que puede leerse en su poesía grandes cargas melancólicas y de añoranza por sus recuerdos, con una forma de expresarse de gran belleza y ternura.

El modernismo y la Generación del 98 no solo se nutre de poetas, puesto que muchos novelistas y autores de teatro se hicieron famosos siguiendo esta doctrina, como bien puede ser Azorín con una descripción detallada y preciosa de cada uno de los paisajes en los que vivían sus personajes, sin embargo, la trama que envolvía a los mismos era bastante pobre, dedicándose más a engalanar sentimientos y emociones que a la propia historia en sí. Otros de los autores reconocidos son Valle-Inclán, Benavente, Miguel de Unamuno y Pío Baroja.

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Qué es una fábula

Qué es una fábula

Uno de los relatos literarios más famosos que existen es la fábula, y suelen estar destinados para la lectura de los más pequeños de la casa. Aunque a pesar de ser tratado como un género de literatura infantil, cabe destacar que existen muchas fábulas que tienen un carácter adulto y que por lo tanto, pueden ser leídas por un público de mayor edad sin problema alguno. En esta guía vas a poder descubrir qué es una fábula, sus elementos y características más importantes, como también las más famosas para que puedas leerlas o leérselas a tus hijos.

Principales características de una fábula

Para comenzar, decir que una fábula es un relato literario, por lo tanto, su extensión no es superior a la de una novela, teniendo en algunos casos un par de páginas, pero no llegando a superar nunca el número de palabras o páginas que está destinado a las novelas, que suele ser de unas 40000. Además de esto, suelen ser narraciones con palabras muy sencillas, que no son complicadas de leer y que son accesibles a todo el mundo, teniendo como premisa principal la de que sus protagonistas son animales.

Según esta definición, podríamos decir, por ejemplo, que la obra china Las aventuras del rey mono, no sería bajo ningún concepto una fábula, a pesar de que sus protagonistas son animales y que, como veremos más adelante, tienen una serie de enseñanzas, valores o moralejas, ya que su extensión es superior a las 3000 páginas. De los relatos más conocidos dentro de este género literario está el de “La liebre y la tortuga”, “Los músicos de Bremen”, “La zorra y las uvas” y entre sus autores más reconocidos está Esopo que fue el creador de este tipo de relato, pero también los hermanos Grimm, como también los cuentos de Andersen, ambos grandes conocedores de los cuentos y relatos para niños.

Una de las principales características, además de las ya nombradas es que tiene un carácter didáctico, por este motivo se le suele recomendar a los más pequeños de la casa, puesto que, gracias a estas historias pueden aprender valores positivos.

Aunque existen fábulas que están escritas en verso, a modo de poemas, bien es cierto que la modalidad que triunfa de verdad es la prosa y como hemos mencionado, su longitud suele ser muy corta, teniendo al final una moraleja en la que el menor o el lector puede aprender una enseñanza que puede ayudarle a llevar mejor su vida diaria en sociedad.

Estructura de una fábula

La estructura es muy importante en las fábulas, al igual que en cualquier género literario. En primer lugar cabe destacar que se tratan de relatos divertidos, entretenidos, con el fin de que la persona se sienta atraído a su lectura.

El relato comienza con la presentación de los personajes, y una vez hecho esto, se da la circunstancia de un enfrentamiento o suceso problemático que le ocurre a dicho personaje o personajes. Después de una serie de acciones, los personajes logran solucionar el problema o en muchos casos no conseguirlo, para finalizar la fábula con la moraleja, que lo que busca es explicar lo que ha sucedido y los motivos por los que no se ha solucionado el enfrentamiento con el fin de que, si se llegase a encontrar el lector en la misma situación, pudiera cambiar la acción que el protagonista ha realizado y por lo tanto, tener un final feliz.

El narrador suele estar en tercera persona y relata todos los sucesos de manera cronológica, es decir, ocurre una situación y a continuación ocurre la siguiente, no existen giros inesperados ni vueltas al pasado a modo de recordatorios, haciendo que la narración sea lo más sencilla posible. De igual modo, en la mayoría de los casos, el suceso suele ocurrir el mismo día o con periodos de tiempo que no sean complicados de explicar a un menor. Por otro lado, ninguna de las fábulas se puede colocar en una época determinada, es decir, que no existen elementos que puedan describir si ocurre en un año en particular o en otro, centrándose la narración en los sucesos que están ocurriendo.

En el caso de los personajes, como hemos dicho anteriormente se tratan en gran parte de animales que tienen la facultad del habla. En las fábulas no nos encontraremos animales antropomorfos, es decir que tienen forma humana pero con características animales, sino que serán animales como los que nos encontramos a diario en la calle o en el campo, muy reconocibles por los niños, siendo burros, perros, serpientes o leones los más habituales. Muchos autores también usan en sus fábulas objetos inanimados pero que en este caso también tienen un comportamiento característico en las personas, hablando y razonando en la mayoría de los casos.

La temática de las fábulas se centra sobre todo en los vicios humanos y en aquellos valores negativos que hay que intentar erradicar. De esta manera, los niños aprenden que la avaricia, la envidia, la mentira o la ira son valores nocivos y que no llevan a buen puerto, por lo que tienen que practicar los valores positivos como la bondad. En muchos relatos estos valores se encuentran frente a frente, como la generosidad y la avaricia, comprobando como, al finalizar el relato, aquellos que han sido generosos obtienen más gratificaciones que los que han sido ávaros.

Para finalizar, una de las partes más importantes de una fábula es la moraleja, es decir la resolución o conclusión de la historia que nos hace pensar y reflexionar sobre lo que ha ocurrido. Cabe destacar que la moraleja no suele estar en el relato como una parte destacable como bien podría ser un capítulo, sino que se encuentra escondida dentro de la narración y que somos nosotros los que tenemos que sacarla a flote y analizar lo que se nos ha querido decir con ella. Por otro lado, existen relatos en los que sí se puede leer en los últimos párrafos la moraleja o enseñanza que quiere transmitir a los lectores, facilitando de esta manera el trabajo de análisis y aprendizaje.

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Creacionismo literario: características y autores

Creacionismo literario: características y autores

Uno de los movimientos literarios que tuvieron más fuerza a comienzos del siglo XX fue el denominado creacionismo literario, en el que, como podrás descubrir a continuación, el escritor o poeta se convertía en un Dios, rechazando todo lo que había en la realidad para crear un mundo aparte con seres místicos, nuevas palabras o metáforas. En este artículo vas a descubrir cuáles fueron sus orígenes, los países en los que más fuerza caló este movimiento, las principales características y claro está los autores de mayor renombre que puedes leer para conocer más a fondo el movimiento del creacionismo literario.

¿Qué es el creacionismo literario?

Este movimiento se originó a principios del siglo XX, principalmente en España y Francia, aunque más adelante también se unieron otros de Latinoamérica. De entre todos los que empezaron a realizar este tipo de literatura, fue el escritor y poeta Vicente Huidobro el considerado como padre del creacionismo, dando lugar en París, cerca del 1916.

Aunque en muchas entrevistas a Huidobro niega que buscase crear un movimiento o escuela respecto a este género, fueron muchos los que, después de leer sus obras, empezaron a comprobar que era una doctrina, como muchos la llaman, que les atraía y querían ponerla en práctica en sus escritos. Cabe destacar que en los primeros años sus obras eran una pequeña mezcla entre lo que se solía escribir en aquella época, pero se podían apreciar las pinceladas que darían paso al creacionismo como tal.

Para Huidobro, el escritor era una especie de Dios, una persona creadora y por lo tanto, debía de crear mundos completamente nuevos, como también otras sensaciones o emociones que anteriormente no estaban recogidos en ninguna palabra o expresión. Es importante sin embargo, no confundir con teorías religiosas, ya que el creacionismo no cuenta con este matiz de adoración a un ser creador o superior, sino más bien nos quiere explicar que el que pone las piezas en el tablero de juego es el poeta y dichas piezas han sido elaboradas y confeccionadas por su propia mente.

¿Qué características define el creacionismo literario?

Una de las características que más define a este género es que la obra no debe ser un espejo de la realidad, es decir, no debe de contar con situaciones cotidianas que ocurran todos los días, debiendo de tratar temas o sucesos completamente nuevos e ilógicos, que sepamos que no van a ocurrir en la realidad.

Se trata de una elaboración en algunos casos complicada y de difícil acceso, puesto que se debe de tener mucha imaginación y creatividad con el fin de elaborar una obra, bien sea una poesía o una novela con estas características. Muchos autores, como podrás leer en uno de nuestros bloques, creaban nuevos mundos, con nuevos seres que se relacionaban de una forma muy diferente de lo que lo haríamos nosotros mismos, usando nuevas palabras o incluso metáforas que en otro contexto o género literario no tendría significado.

Otra de las características que se imponen en el creacionismo era que todo valía, estando su contenido a disposición completa del escritor. Aquella persona que busca una conexión o línea argumental o narrativa en estos relatos posiblemente no lo vaya a encontrar en ninguno de los textos que se definen como tal, puesto que puedes encontrar una frase en diferentes idiomas, un lenguaje inventado que no es posible descifrar o que no cuenta con un glosario o incluso con tipografías o escritos ilógicos que hacen que estas obras sean esperpénticas. Huidobro aseguraba que él lo que hacía era dar vida con sus adjetivos, que conseguía transmitir energía a cada una de las palabras, inventadas o no, y que estas creaciones contaban con una vitalidad que otros relatos no tenían ni tendrían jamás.

Las obras creacionistas estaban muy relacionadas y siguen estándolo al dadaísmo, como también al ultraísmo, bebiendo las unas de las otras para crear sus obras vanguardistas, las cuales, suelen tener una carencia de sentido o norma que hace que se traten de obras muy irracionales y sin un contexto claro.

Principales autores del creacionismo

Vicente Huidobro

Como hemos comentado, se trata del padre de este género literario que tanto dio que hablar. Nacido en Santiago de Chile se nutrió de muchas corrientes literarias gracias a su estancia en Paris, por lo que en sus comienzos sus poemas y escritos tenían más un carácter modernista que creacionista, sin embargo, se podía comprobar en sus trabajos el germen que llegaría a ser este movimiento literario.

Poco a poco fue perfeccionando sus técnicas siendo su obra clave Altazor, escrita en 1931 y claro referente del creacionismo. A pesar de que esta obra es la que más se valora a día de hoy, por todo lo que contiene referente a este movimiento, desde 1912 se dedicó a mejorar sus obras y textos, consiguiendo que fueran cada vez más cercanos a la idea que tenía de la literatura.

Juan Larrea

Este autor español nacido en Bilbao empezó a publicar en una revista especializada en el ultraísmo, sin embargo, después de conocer la obra de Huidobro se sintió más relacionado con este autor que por el movimiento ultraísta. Al igual que tantos autores de la época, viajó a Francia, en especial a París para impregnarse de la poesía y las vertientes de la época, consiguiendo que su lengua no fuese un impedimento al escribir sus obras, puesto que, como hemos mencionado en las características, se podía escribir libremente en cualquier idioma e incluso mezclar unos con otros para darle mayor carácter a la obra.

Gerardo Diego

Otro de los autores de gran renombre es Gerardo Diego, el cual también estuvo un largo periodo en París para conocer a aquellas personas influyentes dentro de los movimientos vanguardistas, llegando a conocer a Vicente Huidobro, por lo que obtuvo de primera mano las claves para realizar este tipo de técnicas y llegar a crear obras del creacionismo tan importantes como Imagen o Manual de espuma, siendo muy recomendable el segundo de los dos, puesto que es capaz de fusionar en un mismo poema otros dos más, logrando que enlacen a la perfección y que puedan seguir una línea narrativa. Aunque se le reconoce por el creacionismo, también cuenta con obras dadaístas.

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Texto periodístico: características

Texto periodístico: características

Los textos periodísticos son aquellos que su principal intención u objetivo es la de informar de una noticia que ha ocurrido o que está ocurriendo en la actualidad. Para que se pueda hablar de este tipo de texto, es necesario que cumpla con una serie de características, ya que estas, van a ser los puntos más importantes para poder identificar correctamente estos textos periodísticos.

¿Qué características tienen los textos periodísticos?

Por norma general, una de las características que tienen los textos periodísticos es que suelen estar publicados en plataformas o medios de comunicación en los que se suelen encontrar únicamente este tipo de género. Como ejemplo, destacan los diarios o periódicos, como también revistas y páginas informativas, esto en el ámbito de la lengua escrita, puesto que los informativos que podemos ver en televisión también hacen uso de textos periodísticos pero usando sin embargo el lenguaje oral.

Según los editores o el tipo de diario del que estemos hablando, los textos van a tener una organización dentro del formato, siendo colocados en primer lugar aquellos que son considerados más importantes o que describen mejor la ideología de los editores, para poco a poco ir desgranando o colocando el resto de los textos. Si tomásemos un periódico nacional, nos encontraríamos en las primeras páginas las noticias más relevantes del país, a no ser que una noticia internacional fuese extremadamente importante. Después de las nacionales irían las internacionales para luego dar paso a las regionales o de menor importancia, para terminar con los temas de cultura y deporte.

Otra de las características que podemos encontrarnos en los textos periodísticos es que los temas que pueden tratar son muy extensos, pudiendo cubrir desde sucesos políticos hasta otros como educativos o culturales. Cabe destacar que, existen medios de comunicación que van a tratar todos los temas posibles, diferenciando por categorías como Política, Cultura, Nacional, Internacional, Sucesos o Deportes, mientras que otros medios o revistas se van a centrar exclusivamente en una temática, especializándose en los textos periodísticos y buscando un público lector en particular.

¿A quiénes van dirigidos los textos periodísticos?

Los textos periodísticos cuentan con una gran cantidad de personas que los leen y que buscan informarse de lo que ocurre en el mundo o en su ciudad. Al ser el colectivo enorme, los textos deben de estar escritos con un lenguaje claro y sencillo, que ayude a cualquier persona, sea del nivel socioeconómico que sea a comprenderlo sin ningún tipo de problema. Es importante recalcar que también el texto pueda ser leído desde niños de 10 años hasta personas ancianas, ya que lo que interesa es informar sobre un suceso que ha ocurrido.

Bien es cierto que, según el medio de comunicación al que nos dirijamos, nos encontraremos una información con un carácter más directo y serio u otro más discernido o divertido. A pesar del carácter satírico de muchas publicaciones estas, si son capaces de informar, se incluirán dentro de los textos periodísticos.

Es importante resaltar que la gran mayoría de textos periodísticos en la actualidad ya bien sea por medios digitales como las páginas web de periódicos, como las revistas o los noticiarios en la televisión, suelen incluir imágenes o vídeos para complementar lo que pone el texto escrito u oral. Estas imágenes, como las fotografías o las gráficas, al igual que los vídeos, lo que buscan es resaltar y potenciar el mensaje de la palabra, consiguiendo de esta manera que se pueda interiorizar mejor lo que se ha comunicado dentro del texto. Existen estudios en los que se corrobora que un texto que busca informar, como una noticia, es capaz de impactar y calar más en la sociedad, si viene acompañada de una imagen o un vídeo que en casos en los que no se utilizan.

Intención de los textos periodísticos

Como hemos mencionado al principio de esta guía, los textos periodísticos tienen la función o intención principal de informar al lector de lo que ha ocurrido. Dentro de los géneros periodísticos, que son bastante extensos, lo que se busca es crear una cercanía para que la lectura pueda suscitar una sensación al leerlo, Es importante por lo tanto, que si en un diario escrito que se vende o distribuye en una comunidad autónoma o ciudad en particular, vaya a tener más noticias o artículos que estén relacionados con dicha ciudad, ya que los lectores prefieren o se interesan más por lo que ocurre a su alrededor que lo que puede ocurrir en la otra parte del planeta, ya que no han empatizado con ellos.

Si se busca crear un texto periodístico de calidad, hay que saber las diferentes categorías a los que se puede acceder, ya bien sea una noticia, un artículo de opinión o un reportaje, teniendo cada uno de ellos una estructura y una importancia en cada una de las modalidades que se quiera informar. Además de los tres ejemplos que hemos dicho, existen otros, pero lo que cuenta en estos casos es que la información que se facilita al lector debe ser obligatoriamente veraz y por lo tanto, aportar todo tipo de datos que de esta manera lo demuestren.

Uno de los principales problemas que nos estamos encontrando en los últimos años son las noticias falsas o también denominadas por su nombre inglés “fake news” que lo que hacen es crear movimientos y opiniones por medio de la generación de noticias que han sido manipuladas con mucha precisión para cambiar la forma de pensar de las personas respecto a una situación, una persona famosa o incluso un hecho histórico. Con esto lo que se consigue es incumplir por completo el objetivo de los textos periodísticos que es el de informar de un suceso que ha ocurrido contando en todo momento la verdad. En la actualidad son muchos los países que están persiguiendo a los emisores de noticias falsas, consiguiendo que en algunos de ellos no solo se persiga para conseguir que elimine dicha noticia, sino que además pueda tener multas muy cuantiosas o en algunas partes del mundo, estar penadas incluso con varios meses o incluso años de cárcel según la gravedad de la noticia que se ha divulgado.

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Novela gótica: qué es y características

Novela gótica: qué es y características

Uno de los géneros literarios más apreciados por aquellos que aman el terror o lo funesto es la novela gótica. A pesar de que este género está relacionado con los términos anteriormente mencionados, cuenta con otras características imprescindibles para que se pueda identificar una novela gótica como tal. En esta guía queremos que conozcas su definición, como también sus orígenes, características principales y cuáles son los libros más recomendables para empezar con este tipo de lectura.

¿Qué es la novela gótica?

La novela gótica es aquella que surge por el siglo XVIII, principalmente en Inglaterra, aunque se fue extendiendo por otras regiones y países a lo largo de su historia, perteneciendo o considerándose un subgénero del Romanticismo, ya que uno de los temas esenciales que suele tratar este tipo de relatos es la psique humana, sus emociones y también los sentimientos hacia una situación o acto.

Como hemos mencionado anteriormente, la novela gótica tiene sus inicios en Inglaterra, aunque a principios del siglo XIX también tuvo su momento de gloria, llegando incluso a formar parte de la cultura americana con autores tan reconocidos como Lovecraft o el mismísimo Edgar Allan Poe.

Características principales de la novela gótica

Una de las mayores características que nos encontraremos en la novela gótica es la decadencia. Por lo general se nos va a presentar a una persona de gran estatus social, que suele codearse con grandes personalidades pero que, debido a ciertas acciones que lleva a cabo, va viendo que su vida se desmorona, al igual que una pirámide de naipes. Los relatos, por lo general escritos en primera persona, dando la visión, el pensamiento y las emociones del protagonista, ya bien sea de manera directa o también por cartas que ha ido escribiendo relatando a alguien los sucesos que han vivido nos hacen ver que esta persona es alguien inteligente, con don de gentes y muy querido en su sociedad, pero poco a poco, en el relato, comienza a notarse que su mente flaquea, que no es tan fuerte como en los primeros capítulos se nos hacia ver y que a su alrededor las cosas no salen como en un principio esperaba.

Es común encontrarse en estas novelas góticas un ambiente o paisaje funesto, nada alentador y que cuenta con muchas señas de identidad que podríamos encontrar hoy en día en películas y relatos de terror puro, como son los bosques oscuros llenos de nieblas, las ciudades nevadas o abandonadas, o los edificios o mansiones en ruina o deshabitados desde hace muchos años a causa de un crimen o una muerte dolorosa o no explicada que da misterio a la narración.

Por lo general, aunque no en todos los casos, suele ocurrir un suceso sobrenatural, o bien la aparición de un fantasma o monstruo que va a perseguir y torturar al protagonista y a su familia, o encontrándose el protagonista maldito por una profecía o por una venganza y que deberá de cargar durante toda su vida.

En las historias de las novelas góticas nos encontramos a un personaje torturado por sus propios pensamientos, por sus sufrimientos internos y en ocasiones nos vemos a personas que, de ser grandes intelectuales y oradores en su círculo de amistades y también dentro de su sociedad, a convertirse en personajes oscuros, que rozan la locura y que la muerte no se desprende de ellos, adhiriéndose como si se tratase de su sombra. Los familiares de estas personas van a morir de manera trágica, ya bien sean asesinadas, secuestradas o incluso con enfermedades que ponen de manifiesto una vez más que el sino del personaje principal no es muy agraciado.

La novela gótica, al igual que ocurre con el romanticismo, es un compendio de sensaciones, emociones que van llegando al personaje, inicialmente son positivas, alegres y muy optimistas, como la esperanza de un amor verdadero y romántico, la consecución de fama por parte de sus colegas de profesión o incluso la propia realización personal, sin embargo, mientras que el personaje va describiendo toda su dicha sus esperanzas y sueños, finalmente acaba por decaer y se sumerge en depresiones, tensiones, malestares que pueden llegar incluso a imposibilitar al personaje, viéndolo vulnerable. A pesar de esta decadencia, el autor impregna al protagonista de una voluntad que no va a romperse, que busca, a pesar de todos sus males, cumplir con todos y cada uno de sus objetivos, incluso si esto conlleva a la pérdida de la vida.

¿Cómo son los personajes de la novela gótica?

Además de lo anteriormente dicho sobre las emociones del personaje, suele ser alguien solitario, que a pesar de contar con unas amistades o una familia bien formada y querida, suelen ser lobos independientes, aunque esto en la mayoría de los casos se vuelve en su contra, puesto que luchan contra un secreto que a pesar de querer, no pueden contárselo a nadie, y que llegan a aislarse de todo su entorno, llegando a producir en ellos una sensación negativa de dolor y tristeza por los sucesos que les está ocurriendo.

Es común encontrarse la figura de una mujer, una protagonista que es la musa del protagonista, una joven que representa los sentimientos más puros y sinceros. En muchos relatos se la suele describir como alguien dulce, con gran cualidad para la razón y la lógica, de gran belleza y que también tiene dotes para la comunicación y para la unión de la familia y el personaje. Este personaje, que es el punto de unión entre la felicidad del protagonista y el delirio y enloquecimiento suele ser maltratado, asesinado o secuestrado, con el único fin de desembocar en el personaje principal un duro golpe del que, por lo general, no suele levantarse emocionalmente y que le torturará por siempre.

Recomendaciones de novelas góticas para leer

Uno de los relatos de novela gótica más característicos es Frankenstein de Mary Shelley. En este título tenemos todas y cada una de las características anteriormente citadas de este género, consiguiendo conectar el lector con los sentimientos tanto de Víctor, el creador de la bestia, como del propio monstruo. Muy recomendable, sabiendo que no tiene nada que ver con las adaptaciones que han sacado para el cine.

Drácula es otro de los libros más habituales en la novela gótica y que relata los sentimientos, temores y dudas de todos sus personajes y también el terrible destino que les aguarda cuando conocen al vampiro.

Finalmente, si quieres relatos más cortos pero que cuenten con toda la esencia de lo gótico, no puedes dejar de leer a Edgar Allan Poe, con relatos como El corazón delator o El gato negro, ni tampoco pasar de largo las historias fantásticas de Lovecraft.

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Principales características de la Generación del 27

Principales características de la Generación del 27

La Generación del 27 es una de las generaciones más reconocidas dentro de la poesía ya que los autores que la formaron consiguieron renovar casi en su totalidad la belleza que tenia la poesía, logrando que cobrase mayor importancia en la época y llegando a ser un referente a partir de su origen.

¿Cuáles son las características de la Generación del 27?

Origen del nombre

Una de las falsas ideas que se tiene respecto al nombre de la Generación del 27 es que cobró importancia su poesía en dicho año, a pesar de que su fundación data de abril de 1926. Los autores realmente lo que querían era homenajear a uno de sus autores favoritos, Luis de Góngora, el cual murió en 1627 y de ahí radica dicho número. Los primeros integrantes que formaron dicha generación fueron Melchor Sánchez Almagro, Gerardo Diego, Pedro Salinas y Rafael Alberti, que fue el último en vida. Además, con el paso de los años, se agregaron otros dos autores a este listado, siendo ambos ampliamente conocidos, como Luis Cernuda y García Lorca.

Contexto de la Generación del 27

Una de las características que marcaron a estos poetas fue principalmente su contexto, ya que sufrieron (unos más que otros) las diferentes complicaciones de una época en la que la guerra y la represión hizo que fuesen perseguidos en muchos casos y en otros, como ocurrió con García Lorca, fusilado.

La primera situación negativa se sufrió con la dictadura de Primo de Rivera, la cual persiguió a muchos de los escritores que hablaban de manera negativa de su mandato o de la crisis social que sufría el país, algo que se acentuó todavía más con el crack del 29, haciendo ver que la sociedad caía en picado y muchas personas sufrían sus consecuencias, además de las dos guerras mundiales, todo esto hizo que, como explicaremos en el siguiente bloque, la temática de sus poemas pasara de hablar del arte o de la belleza a convertirse en una poesía humana, más social que describía el sufrimiento y las emociones.

Temática de la poesía

Si se sigue toda la poesía de cada uno de sus autores, podemos encontrarnos con una evolución que va desde el amor por el arte, por cosas superfluas, como ocurría en la época en la que vivía Góngora, para cambiar drásticamente, a causa de las guerras, las dictaduras y de la situación social a una poesía más centrada en la descripción del dolor, del sufrimiento y de las emociones más acordes con la época, haciendo que la sociedad pudiera sentirse identificada con dichos escritos de estos autores.

Aquellos poetas que tuvieron que exiliarse para evitar el yugo de la dictadura franquista, pueden leerse su amor por su país, su tristeza al encontrarse alejados de su tierra, preocupándose por todos los sentimientos encontrados al verse en un lugar extranjero. Con el paso del tiempo, aquellos que sobrevivieron a toda esta desdicha empezaron a escribir temas más alegres, aunque con ese toque melancólico de quienes han perdido un tiempo maravilloso.

La protesta social de los del 27

Una de las intenciones que tenían los autores de la Generación del 27 era, por medio de su poesía, reivindicar una liberación del pueblo, luchar por las desigualdades y también conseguir que la sociedad viese cómo se le estaba tratando con el fin de que pudieran actuar de alguna manera contra dicha represión.

Mezcla de estilos

Una de las características más curiosas dentro de la Generación del 27 era la mezcla de estilos a la hora de escribir poesía. En sus orígenes nos encontramos una poesía más clásica, más culta, buscando parecerse con el fin de homenajear a la tradición, queriendo recordar aquellos tiempos de los autores que ellos admiraban y que querían ayudar a que no desapareciesen de la memoria. Sin embargo, en años posteriores esta poesía fue evolucionando, mutando se podría decir, para seguir con la tradición de lo clásico, pero agregando algunas pinceladas de vanguardismo y de la propia cosecha de cada uno de los autores. Esto hizo que la poesía pudiera cambiar, renaciese con más fuerza, ya que guardaba características de la tradición española en este ámbito, pero también iba moviéndose según los movimientos y circunstancias que ocurrían en su tiempo.

Por otro lado, cabe destacar que la temática era equilibrada en todos y cada uno de sus autores. Esto quiere decir que no buscaban crear una poesía extremadamente culta, con palabras rebuscadas con el fin de elaborar versos estéticamente preciosos pero muy cargados, sino que querían un equilibrio en el que cualquier persona pudiera leerlos sin complicaciones pero con pequeños toques de estilo y también de emoción que pudiera ser identificados por los lectores de manera sencilla.

Temáticas prohibidas

Uno de los detalles que más llaman la atención respecto a la Generación del 27 es que no se cortaban al hablar en sus textos de temas que en aquella época eran considerados tabúes o prohibidos. Una de estas temáticas era la de la homosexualidad, siendo principalmente uno de sus referentes García Lorca, el cual fue fusilado por este motivo. Además, también se trataron otros temas de carácter social que anteriormente no se habían escrito nunca en poesía y que los antiguos autores no se atrevían o bien porque no estaba dentro de lo que en poesía se consideraba un tema a tratar o porque la sociedad y los mandatarios no autorizaban que se escribiese de eso. Estas temáticas fueron en la mayoría de los casos los causantes de que sus autores fuesen perseguidos hasta la saciedad, debiendo de exiliarse a otros países o incluso esconderse con el fin de que no lo capturasen y los matasen, aunque a muchos de ellos los apresaron y estuvieron largos periodos en la cárcel.

Libertad artística

Dentro de ese sentimiento vanguardista, aunque sin alejarse mucho de la tradición poética, los poetas del 27 consiguieron crear poesía con una gran libertad en sus versos, pudiendo encontrar el famoso verso libre, dando pie a lo que consideramos hoy en día como poesía moderna, en la que no se está sujeto en ningún caso el verso a una rima, como también el verso blanco, que es aquel que a pesar de necesitar unas medidas para estructurarse, no tiene porqué tener una rima.

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Texto argumentativo: características

Texto argumentativo: características

Uno de los textos narrativos que más se suelen utilizar es el argumentativo. El texto argumentativo tiene una serie de características que lo hacen diferenciarse del resto y en esta guía básica te vamos a contar con todo detalle qué es lo que debe de tener para que puedas identificarlo o para que puedas escribir según sus reglas estructurales y sus propósitos.

¿Qué es un texto argumentativo?

Para definir el texto argumentativo podríamos decir que se trata de un tipo de texto que lo que busca es hablar de un tema en particular, dando todo tipo de información que ayuden a convencer por medio de argumentos u opiniones al lector.

Los textos argumentativos tienen mayor representación en el lenguaje oral, que es cuando la persona, sobre todo si quiere convencer de algo, busca persuadir al receptor del mensaje con el fin de hacerle cambiar de idea. Sin embargo, poco a poco se ha ido extendiendo en el lenguaje escrito, sobre todo en las redes sociales o en los artículos de opinión y crítica, ya que es aquí donde se busca que la mayor parte de los lectores cambien su manera de actuar frente a un tema en particular.

Planificar un texto argumentativo

Cabe destacar que un texto argumentativo no surge de la nada, y que es algo que se debe de planificar. La planificación de estos escritos lo que hace es que los fundamentos que se defienden sean de calidad y que no vayan a ser ideas que se sueltan y que no tienen un carácter veraz, algo que puede hacer que el objetivo de la argumentación no se lleve a cabo, consiguiendo exactamente lo contrario, es decir, hacer que el lector rechace la idea que está recibiendo o que se quiere persuadir.

Hay que pensar que, cuantos más datos tengamos sobre un tema en particular, y más posibilidades de dar ejemplos poseamos, más fuerte será nuestra exposición y por lo tanto, llegaremos a tener una mayor posibilidad a la hora de convencer. Para que esto sea de esta manera, tenemos que realizar correctamente una serie de pasos a la otra de estructurar el texto, y a continuación queremos darte una guía para su realización.

Estructura del texto argumentativo

Por lo general, la estructura de un texto argumentativo no va a variar demasiado, por lo que son fácilmente identificables. En primer lugar estará el primer párrafo, que es aquel que cuenta con una pequeña introducción y donde se formula la tesis que se quiere defender o atacar. Para que el escrito esté bien realizado, se deberá de haber estudiado bien la información y los datos, con el fin de que la formulación sea atractiva para el lector y que, incluso sin ser conocedor de esos conceptos, pueda tener una idea mediamente clara de lo que se va a hablar, sea o no experto.

Los dos siguientes párrafos van a servir para presentar los argumentos apoyando lo que se ha dicho anteriormente o al contrario, dictaminando qué puntos son los que no se ven estables. Según los expertos en argumentación, con una tesis o propuesta el texto será válido, sin embargo, cabe destacar que se recomienda que existan más hilos, con el fin de poder compararlos unos con otros, haciendo que el escrito sea mucho más rico, pudiéndole dar al lector diferentes puntos de vista a los que acogerse.

En el párrafo que sigue a los argumentativos, se intenta desarrollar las validaciones de los argumentos o hipótesis que se han planteado en la parte introductoria. Este es uno de los más importantes, aunque como puedes imaginar, para que tenga sentido, debe ser un compendio de buenas descripciones y argumentaciones para que, a la hora de refutar las hipótesis o apoyarlas, se pueda hacer ver al lector que el emisor cuenta con una gran experiencia al respecto y que no busca tumbar una idea por el simple hecho de negarse a aceptarla, sino que cuenta con todo tipo de datos e información que le hacen experto en la materia y que, en el caso de que el texto argumentativo fuese transmitido de manera oral, el receptor pudiese realizar una pregunta y que el emisor le contestase correctamente y con teorías para defender sus ideas.

Para finalizar, está la conclusión al texto, y suele venir en un párrafo que debe ser también escrito con una finalidad concreta y con una estructura que haga un resumen de todo lo anteriormente dicho. En la conclusión debemos de encontrarnos en pocas palabras la tesis inicial para luego ir explicando la razón de la elección de la argumentación que has hecho. De esta manera, el lector puede, después de leer todos los párrafos, entender mejor la postura del emisor y hacia donde quiere llegar una vez leído todo el texto.

La postura del emisor en los textos argumentativos

Una de las partes importantes que debes tener en cuenta a la hora de escribir un texto argumentativo es la postura que se tiene frente a la hipótesis. Es esencial que se pueda apreciar si se apoya o no la tesis que se ha expuesto en el inicio o en el caso de que se hayan expuesto varias, que se pueda decir porque de todas esas, se queda con una de ellas frente a las demás. Si al terminar de leer el escrito, el lector se queda exactamente como estaba, es decir, sin haber tenido esa información o sin sentir que los argumentos no han sido tan convincentes para llegar a un punto en claro, el objetivo de la argumentación habrá quedado en sacos rotos.

Recuerda en todo momento que el emisor deberá de seguir todas las pautas necesarias para que el texto argumentativo tenga toda la información necesaria y que esta sea verídica, puesto que en el caso de que el lector sea alguien con experiencia dentro de la temática que se toca y detecta que una de las hipótesis es falsa o que ha sido modificada, la lectura se volverá en contra del emisor. Por este motivo es aconsejable que se vaya teniendo en cuenta cada uno de los datos que se dan, siendo muy importante por otro lado los ejemplos que se vayan exponiendo.

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Literatura medieval: características y autores relevantes

Literatura medieval: características y autores relevantes

La literatura medieval nos ha dado grandes autores y también obras que podemos disfrutar en la actualidad y que cuentan con una serie de características que lo diferencian, además claro está del periodo en el que se hayan escritas. En esta guía queremos que tengas todos los detalles sobre este tipo de literatura, desde las características principales, pasando por las obras más reconocidas que puedes leer y aquellos autores que sí llegaron a firmar sus obras.

Características de la literatura medieval

Hablar de la literatura medieval es hacerlo de aquellas obras que surgen en la Edad Media, la cual está comprendida entre la caída del Imperio Romano, algo que ocurrió en el año 476 y finaliza con la llegada de Cristóbal Colón a América, en el año 1492. Como puedes ver, la etapa que comprende esta literatura es muy extensa, por este motivo se ha diferenciado dos etapas para poder agrupar tantísimo material del que se ha encontrado y que todavía se conserva de esta época.

Etapas de la literatura medieval

La primera de las etapas y que da comienzo a este tipo de literatura es la medieval propiamente dicha. Aquí la temática es puramente romántica, habiendo muchos romances y siendo habitual hablar en un contexto popular, es decir, de situaciones que se dan en la vida diaria, aunque también se suele incluir temas religiosos dentro de estas obras, como ocurre en los actos sacramentales. Además de esto, se incluyen las coplas juglarescas, que ya cuentan con una temática igualmente rural, pero con un toque divertido con el objetivo de hacer reír.

La segunda etapa es la denominada prerrenacentista, dándose, como bien su nombre nos hace ver, un par de años antes de que el Renacimiento floreciera. Para saber si se trata de un texto prerrenacentista nos encontramos con algunos detalles del medievo, pero también algunas pinceladas de lo que llegará a ser la literatura renacentista, buscando hablar de los problemas de la sociedad, el mundo en particular y cobra importancia la figura de la burguesía.

Autores anónimos

Uno de los pensamientos que tenían los autores de la época es que escribían para un colectivo, para la sociedad, sin importarles su propia identidad, pues pensaban que sus textos eran de todos y para todos. Por este motivo, muchas de las obras que tenemos hoy en día carecen de autor reconocido. Sin embargo, son muchos los expertos en lengua y literatura que han analizado muchos de los textos, comparándolos con otros, con el fin de identificar los autores de cada uno de los relatos, aunque como se puede ver en profundidad en el estudio de las obras medievales, muchos siguen sin tener un autor reconocido.

Libros con moral

La literatura comenzó a tener un carácter social muy fuerte y una influencia sobre las personas extraordinaria, consiguiendo llamar la atención de la religión y de aquellos que querían que la sociedad tuviera una serie de valores. Para esto, el clero e incluso en algunos casos la nobleza y el rey pedían a los autores que creasen unos textos que fuesen didácticos según sus ideales, como también unos valores morales con el fin de que los lectores pudieran seguir estas normas que se les imponían de manera indirecta en los libros.

De caballeros andantes

Los caballeros andantes tuvieron una gran importancia en el medievo, siendo personajes místicos, de gran humanidad y que tenían valores relacionados con el cristianismo. Estos personajes caballerescos eran cristianos que luchaban con infinidad de monstruos y seres mitológicos, habiendo un gran simbolismo entre la victoria de lo cristiano, frente a las tradiciones paganas.

Lengua de escritura

Cabe destacar que los primeros textos que tenemos sobre la literatura medieval estaban escritos en latín antiguo, puesto que estaban destinados a la lectura de los monjes y otra serie de personalidades que sí eran capaces de leer esta lengua. Sin embargo, con la expansión de estos textos, se fue convirtiendo y transcribiendo a las lenguas de cada país o región, consiguiendo que la literatura fuese algo más universal, llegando a toda la población con algo más de facilidad.

Textos religiosos

Una gran cantidad de textos que se tienen hoy en día sobre la literatura medieval son religiosos o con una temática muy cercana, en la que los personajes son creyentes y que cuentan con este tipo de pensamiento, con el fin de llegar a otras personas y que estás, queriendo identificarse con el héroe en cuestión, se hiciesen más creyentes o practicasen más el cristianismo.

Autores relevantes de la literatura medieval

Arcipreste de Hita

Uno de los autores más conocidos dentro de la literatura del medievo es el Arcipreste de Hita. A pesar de tener en la actualidad mucha información sobre la vida de esta persona, se sabe que uno de los elementos que más marcaron a este autor es la cárcel o la prisión, pudiendo haber estado encarcelado durante un largo tiempo y aprovechando este encierro para revisar algunas de sus obras. La obra más importante de la que tenemos constancia de este escritor es El libro del Buen Amor, aunque también se le conoce como el Libro de los cantares.

Don Juan Manuel

Se trata de un escritor nacido en Toledo, el cual tenía parentesco con el rey Alfonso X, siendo su obra El conde Lucanor uno de los más representativos, aunque son muchos los que escribió o al menos se le asignan. Una de las características que nos encontramos en la narrativa de Don Juan Manuel es que cuenta con muchos ejemplos respecto a lo que son las obras literarias del medievo, por este motivo muchos estudiosos que desean iniciarse en la literatura de la época empiezan con este autor, a pesar de haber nacido ya en una época tardía (1282).

Jorge Manrique

Con este autor nos encontramos con una persona oscura, con temáticas bastantes funestas y con gran tristeza, sobre todo a partir de la muerte de su padre. Sin embargo, los temas más característicos que se encuentran dentro de sus textos es la sátira y también el amor. Es un autor que es capaz de relacionar de buen modo los momentos de gloria, de exaltación y grandeza, con la tristeza y la paz que puede llevar a la muerte.

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Géneros teatrales: tipos y características

Géneros teatrales: tipos y características

El teatro es uno de los géneros que, aunque no son de los más leídos en comparación con el resto de los géneros literarios, si es cierto que es uno de los más disfrutables, sobre todo, cuando se pone en práctica sobre un escenario. A pesar de lo que podamos pensar, existen muchas clasificaciones o tipos de géneros teatrales y cada uno de ellos tiene unas características que lo hacen diferente entre ellos. En esta sección te vamos a presentar y describir cada uno de ellos para que puedas identificarlos.

¿Cuáles son los principales géneros teatrales?

Se puede decir, que, como ocurre con otros géneros de la literatura, el género del teatro no se clasifica en un gran bloque, sino que existen muchas vertientes y subgrupos que hacen que se trate de una modalidad muy rica en expresividad y también en temáticas, consiguiendo de esta manera que el lector o espectador, pueda disfrutar más de la obra.

Formas mayores

Dentro del género teatral, nos encontramos con las formas mayores, que son aquellas que, como su nombre nos puede dar a entender son obras que cuentan con muchos actos y que tienen a ser más largas de lo que podrían ser, como podrás imaginar, las formas menores. En este grupo se va a clasificar la tragedia y la comida, que son los principales géneros del teatro, sin embargo, también se puede incluir el drama, los autos sacramentales y finalmente la tragicomedia.

  • Tragedia: Tal y como si nombre nos puede hacer ver, se refiere a una obra triste, con una trama bastante negativa, y que, por lo general, puede tener un final desolador en el que el protagonista o protagonistas caen en desgracia, más incluso de lo que ya estaban en un principio. Grandes autores de la tragedia los encontramos en Séneca o Shakespeare.
  • Comedia: La comedia es un género en el que se busca un final feliz para los personajes de la historia. A diferencia de la tragedia, en la que todo es negativo y con una temática bastante oscura, en la comedia lo que se intenta es que el público salga con una sonrisa en la boca y que durante la actuación se puedan escuchar varias risas. Aristófanes y Menandro fueron los grandes comediantes en la época en la que la Comedia tenía más tirón.
  • Drama: El drama es uno de los géneros que a día de hoy todavía se sigue utilizando y se sigue creando nuevas obras de teatro, ya que ayuda a representar escenas cotidianas que ocurren diariamente, dándole cabida a los sentimientos de los personajes, a sus preocupaciones y sus sentimientos. Se diferencia de la tragedia en que no tiene porque tratarse de una temática oscura o extremadamente triste. Se apoya mucho en los diálogos de los personajes y actualmente se pueden clasificar en otras categorías inferiores según el tipo de representación que sea, o bien histórico, lírico, social, entre muchos otros.
  • Tragicomedia: La tragicomedia es aquel género en el que se busca por un lado la tristeza del público, como también la carcajada, todo en una misma obra. Un ejemplo de esto podría ser “La celestina”.
  • Auto Sacramental: Los autos sacramentales son aquellos que representan una escena bíblica sobre el escenario. Uno de los más habituales que se realizan en las fechas navideñas son los Autos de Navidad, en los que se representa escenas del nacimiento de Jesús o la llegada de los Reyes Magos.

Formas menores

Como decíamos anteriormente, después de las formas mayores, nos encontramos con las formas menores, que se tratan de piezas teatrales de menor tamaño que las que hemos descrito. Sus actos son más cortos o incluso cuentan con uno o dos como mucho.

  • Entremés: Los entremeses surgieron en España por el siglo XVI y suelen ser obras cómicas con un tono muy divertido que busca la risa fácil. Su duración suele ser de un solo acto, y estos se representan o se comenzaron a representar entre los intermedios que había entre obra y obra cuando se realizaba una jornada de teatro.
  • Paso: Los pasos son mucho más cortos que los entremeses y suelen tener también un toque humorístico. Antiguamente se usaban para los entreactos de los géneros de la comedia, para que el público pudiera entretenerse mientras esperaba a la obra central. El asunto a tratar era muy sencillo, con pocos personajes y con un lenguaje directo y sin pretensiones.
  • Monólogo: En los monólogos solamente uno de los personajes de la obra hablará. En ocasiones este protagonista será la única persona que se encuentre sobre las tablas del escenario, contando un suceso, que bien puede ser triste o alegre, según la temática de la obra, pero en el caso de que existan más personajes, estos estarán mudos, es decir, no pronunciarán ni una sola palabra y lo que harán será acompañar a la narración del monologuista.
  • Farsa: La farsa es una pequeña pieza que su objetivo principal es la risa. Se busca por medio de situaciones cercanas al público, como representaciones en la vida de una casa o de un trabajo, hacer reír con sucesos que pueden ocurrir todos los días y que harán que los asistentes se rían a carcajadas.

Teatro musical

Finalmente, el último grupo que pertenece al género teatral es el teatro musical, siendo importante en este caso las canciones o la música. Aquí podemos destacar como grandes géneros del teatro musical la ópera, la zarzuela, el sainete, aunque en las últimas décadas se han puesto también muy de moda los musicales.

  • Musicales: Los musicales de teatro están hechos para contar una historia completa, pero que, a diferencia de una obra teatral cualquiera, aquí se va intercalando diálogos entre los personajes y situaciones en los que no hay música alguna, quizás efectos sonoros, si así lo pide la obra, con canciones y bailes de todo el elenco de artistas. Uno de los musicales más famosos es el de “El rey león” que se encuentra en Madrid, pero también podemos encontrar otros a nivel mundial como por ejemplo “Cats”.
  • Ópera: La ópera es una de las representaciones teatrales más valoradas en la actualidad, puesto que su estilo suele ser muy serio y que, gracias a las grandes voces de sus protagonistas, llegan a emocionar y a calar hondo en cada uno de los espectadores de la ópera. Suelen tener temáticas legendarias o incluso románticas, diferenciándose de los musicales de que estos suelen ser más alegres, con más bailes, mientras que en la ópera los personajes no tienen coreografía.
  • Zarzuela: Las zarzuelas suelen ser muy similares a los musicales, puesto que se habla y también se canta, aunque en la mayoría de los casos no existe una gran coreografía en la que los personajes vayan a bailar o representar con movimiento sus canciones. Suele tener un tono más dramático, tocando temáticas más sociales y cercanas al espectador o realistas.
  • Sainete: Se trata de una obra muy corta de duración, más pequeña que un acto y que su temática principal es cómica. Aquí se busca por medio de pequeños cánticos ridiculizar cualquier acto que se realice habitualmente, o incluso vicios como el alcohol o la comida.
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Géneros periodísticos: tipos y características

Géneros periodísticos: tipos y características

Dentro del género literario periodístico se puede encontrar una serie de categorías o tipos en los que se clasifican según la estructura o el propósito que tengan estos artículos que por norma general nos lo encontraremos en un diario o en un periódico, bien se trate en su formato físico, como también en el digital, ya que muchos diarios actualizan sus noticias en sus páginas web. En este apartado queremos hablarte sobre los diferentes tipos de géneros periodísticos que existen como también en las características de cada uno de ellos.

Tipos de géneros periodísticos y sus características

Género informativo

El primero de todos y el más común es el género periodístico informativo, en el que se busca dar una notica, por lo general actual, usando un lenguaje lo más claro posible, directo y también buscando la objetividad. Es importante que el autor o redactor de la noticia no exprese sus intenciones dentro de él, debiendo ser objetivo en todo momento, pese a que lo que está contando puede repercutir en su interior o incluso si es contrario a lo que está exponiendo. Dentro del género informativo nos podemos encontrar la noticia, el reportaje y entrevista objetiva, y finalmente la documentación.

  • Noticia: Una noticia es un escrito que relata un suceso que ha ocurrido en la actualidad y que puede suscitar el interés general del público. Lo que se destaca de las noticias es que debe ser en la medida de lo posible veraz, y con una información contrastada para no caer en el sensacionalismo, algo que está ocurriendo cada día más frecuentemente. En este tipo de noticias, lo que se busca es ser claro, sin necesidad de usar palabras creativas ni tampoco entrar en valoraciones personales, es importante la impersonalidad del contenido. La noticia tiene que responder a las cuestiones básicas de ¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué?
  • Reportaje: Dentro del género periodístico informativo, uno de los más valorados son los reportajes objetivos. Aquí lo que se busca es ampliar una noticia haciéndola mucho más extensa, con el fin de colocar el suceso dentro de un contexto aún mayor. Es importante que este reportaje sea objetivo y cuente con partes que consiga seguir atrayendo la atención del lector.
  • Entrevista: Una entrevista objetiva dentro del género informativo es aquella que no busca con sus preguntas determinar cómo es una persona, sino que lo que se quiere es conocer la información que el entrevistado tiene sobre un suceso en particular.
  • Documentación: Es quizás uno de los géneros menos usados, al menos en ciertos aspectos. Se trata de un modelo en el que la persona o periodista se documenta con toda la información que le sea posible, desde libros, artículos de internet o incluso vídeos o documentales que se han realizado anteriormente y que le ayudan a escribir un texto más amplio que el reportaje y que puede incluir entrevistas a otras personas, noticias entre otros datos, siempre guardando la opinión personal.

Género de opinión

A diferencia del género informativo, en el de opinión lo que se busca es que el redactor del texto periodístico pueda hablar sobre un tema en particular, comentando aquellos puntos que le parecen más importantes que otros, además de dar su valoración personal de lo que está contando. Aquí se habla de un hecho o suceso, pero el escritor va a hablar de este como algo personal, algo subjetivo. Dentro de los géneros de opinión, nos podemos encontrar con varios subgéneros, como son la editorial, el artículo de opinión, el comentario o columna, la crítica y finalmente las cartas al director.

  • Editorial: En ocasiones, las revistas o periódicos cuentan con un pequeño apartado que se llama editorial y es donde los editores de prensa dan su opinión respecto a un suceso que ha ocurrido en los últimos días y que es de actualidad. Leyendo la editorial de los diarios, puedes conocer la ideología que abraza cada uno de ellos, como también saber los diferentes pensamientos que tienen sobre los temas más actuales.
  • Artículo de opinión: Nos encontramos con un tipo de artículo que tiene las mismas características que los de la editorial, sin embargo, en la editorial, el que suele firmar es el propio director o editores jefe, mientras que los artículos de opinión son textos que, o bien están escritos por redactores y llevan su nombre para que se conozca qué es lo que se piensa sobre un hecho actual o incluso llaman a personalidades literarias, como escritores de renombre para que realicen un artículo opinando sobre un tema en particular.
  • Comentario o columna: Muy similar al artículo de opinión, ya que también puede solicitarse a una personalidad que lo escriba, sin embargo, se trata de un texto mucho más corto, y que a veces no tiene nada que ver con un suceso actual puntual, sino con un pensamiento que ha tenido el autor sobre la sociedad que nos rodea diariamente y que puede valorar tanto positivamente como negativamente. La columna no suele tener gran número de palabras, a diferencia del artículo que puede ocupar fácilmente una página del diario.
  • Crítica: La crítica es más directa en transmitir el mensaje, intentando hacer ver al lector el punto de vista de aquella persona que lo escribe. En primer lugar contará un suceso, con todo lujo de detalles, para luego orientar el pensamiento o la ideología de los lectores. Uno de los ejemplos más claros son las críticas literarias, en las que se opina sobre las novedades que han salido en los libros, como también en películas de cine o cualquier acto o producto que se especialice el diario. Suelen venir generalmente al final de los diarios o en algunos casos en las ediciones de fin de semana.
  • Carta al director: La carta al director se trata de un apartado en el que se da voz a una persona particular que ha escrito o bien una carta o bien un correo electrónico comentando un suceso que ha ocurrido y que quiere que tenga esta importancia, conociendo qué es lo que piensa la persona de a pie.

Género interpretativo

Se puede decir que el género periodístico interpretativo es aquel que mezcla el informativo y el de opinión en un mismo punto. En estos textos lo que se busca es que el lector tenga un contexto amplio de lo que ocurre a su alrededor y las razones por las que ha ocurrido un hecho en particular, poniendo en circunstancia para que se pueda involucrar al lector con lo que se relata. Son muchos los periodistas que a día de hoy intentan dar su punto de vista por ejemplo del cambio climático, hablando con datos e información veraz, pero también añadiendo su granito de arena a lo que está sucediendo en el planeta. En esta categoría nos encontraríamos el reportaje y la entrevista interpretativa y la crónica.

  • Reportaje interpretativo: Es exactamente igual con la diferencia de que se le da un matiz más personal, incluyendo algunas opiniones personales para que el lector pueda razonar sobre ellas.
  • Entrevista interpretativa: Es aquella que busca realizar en algunos casos preguntas comprometidas en las que el entrevistado debe de responder según su punto de vista sobre la sociedad, la política o cualquier otro tipo de evento o hecho actual.
  • Crónica: En la crónica lo que se busca es narrar una noticia de actualidad pero en el que se busca que la persona no solo se informe de lo que ha ocurrido o está ocurriendo, sino que también reflexione sobre lo que ocurre a su alrededor, que piense sobre estos temas de actualidad, buscando la acción de estas personas.
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Funciones del lenguaje: tipos

Funciones del lenguaje: tipos

Cuando hablamos de las funciones del lenguaje, nos estamos refiriendo a los principales objetivos con los que cualquier persona usa esta herramienta de comunicación para un fin en particular. El lenguaje se ha estudiado desde hace siglos, y en la actualidad todavía se sigue estudiando para seguir analizando y comprobar su evolución en el tiempo desde que el ser humano empezó a usarlo hasta nuestros días y cómo puede cambiar con el paso de los años.

¿Qué elementos intervienen en el lenguaje?

Antes de hablarte de las principales funciones del lenguaje y los tipos que existen, queremos que tengas una noción básica sobre los diferentes elementos que intervienen en la comunicación, puesto que, sin ellos, no sería posible una buena interpretación de las funciones del lenguaje.

  • Emisor. Se le llama emisor a la persona que crea el mensaje. De él depende en gran parte que el mensaje creado sea claro con el fin de que el siguiente elemento, que será el receptor pueda cumplir su cometido.
  • Receptor. Cuando hablamos del receptor, es aquella persona que recibe o interpreta el mensaje del emisor. Es importante que, para que el mensaje sea interpretado con total exactitud, conozca otro de los elementos esenciales, como es el código.
  • Código. Hablar de código es hablar de esa estructuración del lenguaje que nos hace, palabra a palabra crear un mecanismo para que podamos entendernos. Este código puede ser un idioma, y que es esencial que emisor y receptor lo comprendan, ya que de lo contrario sería imposible que pueda ser descodificado. Cabe destacar que puede ser un mensaje escrito, como también lenguaje oral, de signos o incluso código morse.
  • Canal. El canal es el medio por donde se va a trasmitir el mensaje, pudiendo ser sonoro, como también papel impreso.
  • Mensaje. Finalmente, el mensaje es el contenido que el emisor crea con una intencionalidad y que quiere transmitir a un receptor o receptores, valiéndose de un código y compartiéndolo en un canal específico.

¿Cuáles son las funciones del lenguaje?

Las funciones del lenguaje fueron establecidas hace ya varias décadas por el lingüista y teórico literario ruso Jakobson, analizando cómo el ser humano era capaz de utilizar el lenguaje para realizar una serie de propósitos. Este lingüista las clasificó en seis categorías de las cuales te hablaremos a continuación.

Función emotiva

Esta función está bastante de moda en la actualidad y es la que tiene el propósito de contar al receptor cómo nos sentimos. Aquí se puede encontrar la forma que el emisor tiene de expresarnos como se siente emocionalmente, utilizando por lo general la primera persona del singular. El objetivo en este tipo de lenguaje es el de hacerle saber al receptor su estado de ánimo o qué es lo que siente respecto a un tema en particular, como por ejemplo la muerte de un ser querido, o incluso si ha sido premiado con la lotería. En muchos casos se puede intensificar esta función emotiva con metáforas o con frases exclamativas del estilo ¡Qué feliz soy!

Función referencial

Esta función en ocasiones también se le denomina como función informativa y es que su propósito principal en el lenguaje es la de informar o explicar al receptor la propia realidad de una manera objetiva. Esta es una de las que más se suelen utilizar, y como ejemplo podemos decirte que se usa cuando damos una indicación a una persona para llegar a un hotel o incluso cuando le damos la hora. De igual modo, también se puede usar o tener un objetivo descriptivo, como, por ejemplo, responder cómo es un árbol, respondiendo que es alto, con muchas ramas y hojas o que está caído en medio de la carretera. En este último ejemplo, si hablásemos con una expresión más triste, porque nos da pena que el árbol esté tirado o arrancado, ya no hablaríamos de función referencial, puesto que no estamos indicando un hecho concreto, sino que estamos poniendo sentimientos y tocando la función emocional.

Función apelativa

El propósito de esta función, a la cual también se la conoce con el nombre de función conativa, es que el receptor realice una acción después de recibir el mensaje. El tiempo que utilizamos para estas indicaciones o para esta función es el imperativo, ya que buscamos que el receptor reaccione. Un ejemplo lo tenemos cuando le decimos a un niño pequeño que se siente en una silla, o pedimos que se nos dé una comida en un bar. Nuestro lenguaje está expresando la necesidad que tenemos de que se cumpla nuestro mensaje, bien consiguiendo que el niño se siente o que se nos sirva la comida.

Función metalingüística

Posiblemente sea una de las funciones que menos se suelen utilizar en la rutina diaria, pero que los lingüistas y expertos en el lenguaje usan sin cesar. Se trata de la función del lenguaje que se usa para hablar del propio lenguaje. Un ejemplo claro lo tenemos en esta guía, puesto que estamos hablando del lenguaje, utilizando el propio lenguaje, en este caso escrito. Cuando asistimos a una conferencia de lengua o incluso estamos hablando con alguien y queremos corregirle alguna expresión que ha dicho o incluso decirle que tiene una falta de ortografía en el texto que nos ha enviado, estamos usando una función metalingüística.

Función fática

La función fática tiene alguna que otra similitud con la apelativa, aunque varían bastante. En este caso, la función relacional, que es otro de los nombres que recibe, quiere comprobar que el canal comunicativo está correcto, buscando la atención del receptor. Suele ser muy habitual utilizarlo cuando hablamos por teléfono o cuando la otra persona se encuentra en otra habitación y queremos transmitirle algún mensaje y no nos ha quedado claro si lo ha recibido o no. Para que tengas un ejemplo de lo que queremos decir, cuando llamas por teléfono y escuchas a la otra persona decir “Diga” está utilizando el lenguaje con este propósito, al igual que, cuando estás frente a una persona y estás hablándole y sientes que no te está haciendo suficiente caso o que no se ha enterado, el preguntarle “¿me explico?” estás confirmando que el mensaje se ha descodificado y entendido.

Función poética

Finalmente, nos encontramos con la función poética. Aquí lo que se busca es transmitir un mensaje más estético de lo que se diría habitualmente. El mensaje que se transmite cuenta con una codificación que intenta que sea más bonito que si se dice de una manera más coloquial. Un ejemplo lo tenemos cuando una persona recita un poema a la persona amada, como también en aquellas circunstancias en las que, para decir, por ejemplo, que una persona tiene unos ojos muy bonitos, comentarle que cuenta en su rostro con dos luceros que brillan incluso en la noche más oscura.

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Tipos de géneros literarios

Tipos de géneros literarios

Conocer los diferentes géneros literarios puede ayudarte a que clasificar aquellos libros o novelas que más te gustan o saber qué es lo que más te interesa leer. Por otro lado, también puede serte de utilidad en el caso de que quieras escribir un cuento, relato o novela, ya que puedes buscar el género con el que más te identificas y potenciar aquellas señas de identidad que tienen cada uno de ellos para que sea mucho más fiable y más entretenido, llegando antes a conectar con el lector.

¿Qué es un género literario?

Antes de comenzar a hablar de los tipos de géneros literarios que existen en la actualidad, queremos hacer un pequeño paréntesis para que sepas correctamente qué es un género literario y porque clasificamos de esta manera a los relatos.

Debes saber que cada categoría va a tener un tipo de contenido y también una estructuración. Por ejemplo, las novelas de terror van a tener una forma de narrarse muy diferente a la que podemos encontrar en las históricas o bélicas, algo que también ocurre con las novelas o sagas, comparadas con los relatos cortos o microrrelatos.

Antes de hablarte de la clasificación que se realiza hoy en día, tenemos que comentar que en la antigüedad se seguía las categorías expuestas por Aristóteles destacando cuatro grandes grupos de géneros literarios, siendo estos el narrativo, el lírico, dramático y el épico. Dentro de cada uno de los grupos existían pequeños subgrupos según la forma en la que se contaba o incluso la semántica usada. Sin embargo, a día de hoy se toma una clasificación diferente, puesto que los estilos han cambiado y también los géneros literarios han evolucionado.

¿Qué tipos de géneros literarios existen?

Género literario de la novela

El primero de los géneros literarios que vamos a describir es el de la novela, quizás uno de los más conocidos y que erróneamente relacionamos con el término “libro”. Es cierto que una novela suele estar presentado en formato libro, pero un conjunto de poesías, relatos o incluso una guía también puede estar en un libro y no ser novela. Las novelas se distinguen porque tienen una extensión más o menos consensuadas que pueden ir desde las 40.000 palabras hasta las 120.000, aunque todo es variable, contando con las novelas cortas o las sagas. También suele tener un tipo de arco argumental muy preciso, en el que se suele encontrar una introducción, una trama y finalmente un desenlace. Dentro de las novelas encontramos los siguientes géneros literarios por temáticas.

  • Género literario de aventuras: Es aquella novela en la que se relata la vida o la acción de un personaje que puede estar destinada en diferentes localizaciones, muy común son los viajes en barco, las selvas o parajes naturales en los que el protagonista tiene que enfrentarse, además del terreno o del clima, a un enemigo poderoso. Aquí también se podría incluir los bélicos o históricos.
  • Género literario de ciencia ficción: Aquí podemos englobar a toda novela que cuente con una historia en la que existan elementos sobrenaturales. Se les suele conocer por los relatos de viajes al futuro o de naves, pero también podría llegar a entrar dentro de este género el de terror.
  • Género literario de ficción: Podríamos decir que aquí se engloban todos los géneros de novelas que no entran en el resto de las clasificaciones, como por ejemplo los de amor o que van contando una historia sin que exista una aventura, un elemento sobrenatural o un crimen de por medio.
  • Género literario policíaco: Aquí nos encontramos con un caso que hay que resolver, siendo el protagonista, por lo general, el detective o persona que ayudará a solucionar el crimen, descubriendo al asesino.

Género literario del relato

Las novelas como hemos comentado suelen ser bastante extensas, sin embargo, cuando hablamos del relato, nos ceñimos a una forma mucho más breve de relatar un suceso o un pensamiento, teniendo diferentes subgéneros que aquí te vamos a enunciar. A pesar de ser historias con una extensión mucho menor, cuentan con una estructura muy clara y que comparten con todas las del mismo género.

  • Cuentos de hadas: se le denomina también fábula. Aquí suelen encontrarse personajes humanos como también la aparición de animales que hablan y razonan como protagonistas.
  • Relatos modernos: se trata de pequeños relatos que pueden tener todo tipo de temáticas en las que las reglas van variando según el autor.
  • Microrrelato: Estos relatos no van a superar la página de extensión, siendo textos extremadamente cortos pero que cuentan con una excelente intensidad.
  • Aforismos: Aquí se pueden encontrar pequeñas frases o incluso tres o cuatro palabras juntas que dan significado a un relato o escena.

Género literario del ensayo

Se puede decir que el ensayo es uno de los géneros que tuvieron su fuerza e importancia hace un par de décadas, sin embargo, con el paso del tiempo son pocos los autores que se aventuran a escribir en este estilo. Cuando hablamos de un ensayo, nos estamos refiriendo a un texto que en algunos casos puede ser de ficción y otros estar basados en una temática real con datos que se han recogido y que el autor ha querido exponernos con el fin de darnos su propia opinión sobre uno u otro tema. No todo el mundo es capaz de crear un ensayo de calidad en el que se exponga una temática y se pueda defender los diferentes puntos que se van explicando, puesto que se trata de una elaboración metódica de un tema en particular, pero con la particularidad de que su lectura debe ser algo más amena que, por ejemplo, los textos argumentativos. Posiblemente uno de los mejores ensayos que se han escrito es “El arte de la guerra” de Sun Tzu que puede aplicarse tanto a la hora de batallar como también para enfrentarse a los problemas de la vida.

Género literario de la poesía

Si antes hablábamos de un género que estaba en desuso, son pocos los que quedan que todavía escriben poemas o poesía. Si queremos leer algo nuevo de este género, tenemos que recordar que no vamos a encontrarnos con poemas bien estructurados o con una rima que concuerde, como ocurría hace un par de siglos, sino que ahora la poesía se ha vuelto libre de presiones de normas y se dibuja en el papel de la manera que el escritor o poeta siente. Es como si lo comparásemos con el arte, cuando en el renacentismo había que cuidar las proporciones para pintar y que la figura estuviera perfecta, pero en la actualidad se busca expresar el interior de cada persona.

Género literario del teatro

Por último, para completar los tipos de géneros literarios que existen o al menos los más conocidos tenemos el teatro. Al igual que ocurre con la poesía, el teatro es uno de los géneros que se han ido perdiendo y que, a pesar de encontrarnos con representaciones diferentes en los teatros de todo el mundo y de cada ciudad, bien es cierto que se trata de un género que, plasmado en el papel, pocos son los que lo leen, algo que hace varios siglos si ocurría y que estaba considerado como uno de los mejores modos de leer una historia, ya que contaba con la posición de cada personaje.

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Tipos de narradores en la literatura

Tipos de narradores en la literatura

Si estás pensando escribir una novela o un relato, tienes que saber los tipos de narradores que existen en la literatura y que pueden ayudarte a dar más énfasis a lo que quieres contar, como también expresar mejor ciertas situaciones o acciones. La elección de la narración o narrador es un punto esencial para la elaboración de tu escrito, puesto que una historia puede ser contada en primera persona y ser considerada la novela del año, pero cambiando la persona, podría fracasar estrepitosamente. En este artículo te queremos mencionar qué tipos de narradores en la literatura existen y algunos ejemplos de cada uno.

Tipo de narrador protagonista

El narrador protagonista es aquella persona que cuenta la historia que está sucediendo, describiendo toda la acción en primera persona. Es quizás uno de los tipos más interesantes de relatar, aunque también es uno de los más complejos, puesto que el autor deberá de conocer todos los estilos para poder impregnar al personaje de gran carisma para que el lector pueda meterse en la piel de dicho protagonista. Gracias a este tipo de narrador en la literatura conocemos lo que ve dicha persona, sabiendo que piensa de una persona en particular cuando conversa con ella, como también sus problemas internos.

Como comentamos el problema que tiene este tipo de narrador es que la acción está más limitada, y son muchos aquellos escritores que usan doble narrador, es decir, en ciertos capítulos se relata con la voz del protagonista, pero en otros, si se quiere ampliar los hechos que están sucediendo, se usa otro diferente. Un ejemplo lo tendríamos en la novela “La naranja mecánica” de Anthony Burgess.

Tipo de narrador personaje secundario

Este tipo de narrador también está escrito en primera persona, pero no se trata del personaje principal, sino de un secundario. También se le suele denominar narrador testigo, pues es el que va a relatar toda la historia principal desde un segundo plano. En este aspecto, se puede presentar diferentes categorías, según el estilo que se le quiera dar a la novela o relato a contar.

En primer lugar está el testigo impersonal, es aquel que relata la acción, pero que no siente nada de lo que está ocurriendo, se suele relatar en presente, aunque existen autores que son capaces de relatar una historia con esta narración de manera pasada.

El testigo presencial es aquel que cuenta un relato que le ha ocurrido a alguien cercano, siente y sufre lo que le está ocurriendo a dicha persona que sería el protagonista. En la mayoría de los casos se relata en pasado.

Para que tengas un ejemplo claro de este tipo de narrador, podemos hablar de las historias de Sherlock Holmes, que, a pesar de ser este el protagonista principal, es Watson el que va relatando toda la historia y vivencias con dicho personaje.

Tipo de narrador en segunda persona

Se considera uno de los más complejos de elaborar pero que, si se sabe dar la voz que precisa la historia, es uno de los modos más directos y que puede calar en el lector. Es importante recalcar que es un tipo en desuso por estos motivos, porque cuesta mucho elaborar un relato completo con este tipo de narrador, aunque como decimos, si eres capaz de conseguirlo de manera acertada, quedará muy bien. Aquí se suele utilizar el género epistolar, o lo que es lo mismo, las cartas o en ciertas novelas los correos electrónicos, consiguiendo que el lector sienta de verdad que dicha carta ha sido escrita para él y por lo tanto, le hace participe de las decisiones que está tomando y también de su historia. En este narrador encontramos un estilo escrito en presente, que es muy directo y que por lo tanto te ayuda a sentir lo que siente la persona que lo escribe. Los ejemplos claros de este tipo de narrador en la literatura se encuentran en “Drácula” y en “Frankenstein”.

Tipo de narrador equisciente

Aunque pueda confundirse habitualmente con el narrador omnisciente, que es del que hablaremos en el siguiente apartado, el equisciente lo que hace es seguir a un único protagonista. A pesar de poder haber decenas de personajes en acción o en un mismo libro, solamente se va a describir los pensamientos o acciones de un personaje, que suele ser el protagonista de la historia. De esta manera se empieza a conocer mejor a este personaje ya que se puede leer lo que está pensando cuando realiza una acción pero todo en tercera persona, diferenciándolo de esta manera del narrador en primera persona.

En esta narración lo que se consigue es que el lector tenga a su disposición no solo la acción que puede realizar el personaje principal, sino que también va a tener otra serie de perspectivas que de otra manera no se podría conseguir, pero siempre con un enfoque más amplio que el de la voz en primera persona. Una de las ventajas con las que cuenta el narrador equisciente es que sabemos que puede ocurrirle cualquier cosa a dicho personaje, incluso la muerte, algo que habitualmente no ocurriría en el primer tipo que hemos expuesto. Un ejemplo claro es el que ocurre en Fahrenheit 451, novela en la que se nos va narrando todo el cambio psicológico que va sufriendo el personaje y toda su acción.

Tipo de narrador omnisciente

Nos encontramos con un narrador que para muchos es el dios de la historia, puesto que se puede encontrar en cualquier lugar y en cualquier momento, desde ver la historia desde diferentes perspectivas según lo que se tenga en cuenta en la narración. Cabe destacar que es un tipo del que no se tiene absolutamente ninguna preferencia con un personaje, siendo todos iguales. Uno de los pormenores que se pueden encontrar en este tipo de narrador omnisciente es que el lector puede encariñarse con uno u otro personaje, pero quizás no sea una relación tan intensa como podría tomar por ejemplo con el anterior tipo, ya que sabemos qué es lo que hace sufrir o sentir bien al protagonista de la historia.

Es importante, si vas a escribir un cuento o relato con esta técnica, que no vayas a dar todos los datos de seguido, ya que con esto se consigue que el lector se aburra o pierda el interés, por lo que es aconsejable que se vayan dando ciertos detalles de lo que puede ocurrir poco a poco, sin prisas con el fin de usarlos como pequeñas migas de pan que lleven la persona lectora exactamente donde quieres y todo esto sin que apenas se dé cuenta. Para que puedas tener un ejemplo de este tipo de narrador, lo encontramos en “El señor de los anillos” de Tolkien, que a pesar de contar con muchos personajes, no cuenta con el factor de saber que piensa cada uno de ellos.

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Tipos de textos

Tipos de textos

La lectura es una acción que cuenta con muchas finalidades, según el tipo de texto que estemos leyendo. Podemos encontrarnos aquellos que nos entretienen, que nos evaden de la realidad y que nos hacen desconectar del estrés del día a día, como también otros que nos ayudan a informarnos de lo que pasa en el mundo o incluso que nos describen con todo lujo de detalles ciertos aspectos de un objeto, paisaje o incluso persona. Para que conozcas todos los tipos de textos que existen, hemos querido hacerte un listado con los más importantes.

Texto narrativo

Es posiblemente uno de los textos más conocidos y también uno de los más comercializados, ya que los textos narrativos son aquellos que nos van a relatar historias, cuentos o cualquier hecho o evento. En esta clase nos podemos encontrar aquellos que son ficticios, es decir, completamente inventados o que han modificado la realidad para adaptarla a la narración, como también aquellos de no ficción que se vayan en historias reales y cuentan al detalle algo que ha ocurrido.

Lo que más se destaca en los textos narrativos es que va contando sucesos de manera estructurada, con bastantes verbos que dinamizan la acción de los personajes, siendo habitual el uso del pretérito perfecto o pasado para ir elaborando la narración de manera efectiva. Cabe destacar que, si se está llevando una conversación, se realiza en presente.

Texto descriptivo

El texto descriptivo, tal y como su nombre nos sugiere, es el utilizado para describir o definir algo por sus cualidades. Se usa para cualquier sujeto, ya bien sea este un animal, una persona o incluso un objeto o situación. Este tipo de texto suele estar dentro de muchos otros tipos, como por ejemplo los narrativos, cuando el autor usa varios párrafos para explicar al detalle cómo es algo.

Para que tengas un ejemplo, podríamos decir que el escritor Tolkien es famoso por haber utilizado textos descriptivos en sus novelas, en especial en “El señor de los anillos” contando con todo lujo de detalles como es un paraje, una montaña o paisaje, pudiendo llevarse varias páginas para que nos hagamos una idea del lugar en el que se encuentran los personajes. En el caso de Stephen King, otro autor de renombre es conocido por describir al detalle sus personajes, sabiendo desde su manera de caminar, sus aficiones, y también su personalidad.

Texto expositivo

Los textos expositivos buscan explicar unos hechos que han ocurrido o que son tal cual se narran en los párrafos que forman este texto. Aquí el autor o escritor no busca que su opinión prevalezca, sino que solo quiere exponer o explicar sobre un tema en particular dando datos y cifras que pueden hacer que el lector entienda mejor el concepto que se está hablando en esas líneas. Un ejemplo claro lo tenemos en los libros de texto universitarios o del colegio, ya que el autor de dichos libros no quiere que los alumnos tengan una orientación o una manera de pensar, solo quiere exponer unos hechos y ya es el lector el que le dará su enfoque personal.

Texto argumentativo

En este tipo de textos, el autor lo que busca es, a partir de un supuesto o de un dato, dar las explicaciones o argumentaciones pertinentes para hacer cambiar la mentalidad del lector. Estos textos suelen comenzar con una serie de párrafos o páginas en los que se habla del supuesto, dando diferentes datos y cifras, para luego, empezar ya a argumentar de manera clara una postura. En comparación con el anterior tipo de texto, el expositivo, el argumentativo no se va a quedar en dar los datos que se pretende que el lector tenga, sino que quiere interpretar dichos datos, darle un fundamento para que luego la persona que está leyendo pueda formar sus propias ideas con la ayuda de los argumentos del autor.

Texto directivo

El objetivo que tiene este tipo de textos es conseguir que el lector realice una acción, se ponga en marcha, es decir, dirigir con el texto que se ha escrito, conseguir que la persona haga algo. Son muchos los tipos de textos que podemos darte como ejemplo. Los más habituales y tradicionales son los manuales de instrucciones, en los que se pretende que con su lectura, se pueda montar una estantería, un mueble o conocer el funcionamiento de cualquier tipo de aparato eléctrico. Por otro lado, también están los libros de autoayuda, en los que se pretende que los lectores vayan realizando las lecciones o pasos para sentirse mejor con ellos mismos y con la sociedad en la que se encuentran. También podríamos incluir ciertos libros deportivos en los que te comentan cómo correr o las mejores sesiones de entrenamiento.

Textos científicos

Los textos científicos son artículos muy técnicos con una escritura muy formal que para aquellos que no están experimentados en el tema que tratan pueden ser bastante complejos de leer. En este tipo de textos se muestra todo lo relacionado con las diferentes ciencias, según la temática del artículo, bien puede contar los avances en ciertas investigaciones, como hablar de una enfermedad o proceso químico, usando, como hemos dicho con anterioridad lenguaje técnico muy avanzado.

Textos jurídicos

Suelen ser usados principalmente en los juicios o en cualquier documento que se relaciona con el ámbito judicial como también de Derecho. Además de contener palabras muy técnicas, también usan expresiones del latín o del griego.

Textos administrativos

Muy ligados a los textos jurídicos nos encontramos a los administrativos. Se parecen mucho por las expresiones que usan, sin embargo, no son tan serios como los anteriores, aunque siguen usando lenguaje técnico y también alguna que otra expresión latina.

Textos literarios

Puedes pensar que los textos literarios son similares a los textos narrativos, sin embargo, se les define porque cuentan con ciertas propiedades que hacen que dichos textos sean considerados como obras de arte. Cuando hablamos de un texto literario, nos estamos refiriendo a libros como por ejemplo “El Quijote” en el que nos encontramos un lenguaje muy rico en vocabulario, expresiones y que cuenta con una aceptación universal de clásico de la Literatura. Aquí encontraremos relatos como el anteriormente dicho, poesías o relatos como los de Shakespeare, sin embargo, no se incluirá novelas actuales.

Textos humanísticos

Estos están centrados principalmente en la filosofía, la psicología o la sociología. Cabe destacar que, si se hablase de una manera muy formal y con palabras técnicas, podría considerarse un texto científico, pero al ser menos técnico, se ha creado una categoría diferente para estos textos humanísticos.

Textos publicitarios

Se trata de textos que están enfocados en la publicidad, en atraer al lector por medio de eslóganes o frases que buscan que dicha persona pueda comprar el producto que se está ofreciendo. Suelen ser rimas muy pegadizas que se van a recordar y que van a estar en la cabeza del lector. De igual manera, pueden también ser muy directas e impactantes para que sorprenda.

Textos periodísticos

Todos aquellos textos que se encuentran en un periódico son de esta clase. Se trata de unos artículos que lo que se busca es informar de una noticia o suceso que ha ocurrido o que se tiene constancia, e incluso en algunos casos puede hacer que se fomente una opinión por parte del lector. Estos textos periodísticos inicialmente se encontraban en los diarios o incluso revistas, pero en los últimos años también dieron el salto a la red en páginas web.

Textos digitales

Cuando hablamos de textos digitales, nos referimos a todos aquellos textos que se encuentran en ciertos blogs o revistas en los que se pretende que el lector haga un escaneo de la información, buscando aquello que le interesa para pasar rápidamente a otro artículo o accion.

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Epopeya: definición y ejemplos

Epopeya: definición y ejemplos

Las epopeyas son obras literarias bastante antiguas, relacionadas principalmente con la mitología griega, aunque también nos podemos encontrar otras culturas en las que lo que prevalece es lo épico y lo heroico de sus personajes, contando en algunos casos sucesos que fueron reales, como otros que también ocurrieron pero dándole un matiz más místico con la inclusión de seres mitológicos como dioses o bestias.

¿Qué es una epopeya?

La definición de epopeya es aquella obra épica que surge en la Antigüedad y que se diferencia del resto por tener un carácter mitológico, incluyendo también pinceladas de cultura de la sociedad en la que se sumerge la historia, al igual que la política de aquel entonces. Posiblemente se puede definir como uno de los relatos más antiguos que existen.

Muchas de las epopeyas de las que tenemos conocimiento hoy en día se transmitieron oralmente entre los ciudadanos, y fueron propagándose por toda la nación como historias que contaban los logros de ciertos héroes de la época. Los estudiosos comentan que la transmisión de estos relatos de manera oral se hacia principalmente porque los receptores no sabían ni leer ni escribir, por lo que se reunían en un templo o teatro para escuchar estas historias que en ocasiones se les acompañaba de música. Al estar acompañada de música, las epopeyas, por lo general, suelen estar en verso, ya que de esta manera sonaban mucho mejor, gracias a la musicalidad de la métrica.

Poco a poco, se fue dando forma escrita a estos relatos, modificando algunos de sus aspectos para que pudiera ser entendible en la narrativa, aunque el cuerpo del mensaje y del significado no cambió.

Características de las epopeyas

Una de las características más habituales dentro de las epopeyas es encontrarse diferentes formatos, las más antiguas suelen estar escritas en verso, siendo estos de seis pies o hexámetros con palabras de silabas muy cortas, aunque poco a poco, fueron extendiéndose en prosa, aunque para seguir conservando la tradición se solían incluir partes de los versos que ya habían sido escritos o cambiándolos para que tuvieran mejor significado una vez que la escritura se había extendido.

Hechos de ficción o reales

En las epopeyas se pueden encontrar hechos que han sido creados expresamente por el autor, como también otros sucesos que han sucedido en la realidad y que son recogidos por el escritor para darle continuidad y que no caiga en el olvido. Lo que va a destacar de todos los relatos que narran estas obras literarias antiguas es que suelen estar exagerados. Para poner un ejemplo, si un barco ha tenido que viajar de un punto a otro y ha sufrido una tormenta por el camino, dicha tormenta será titánica, de unas dimensiones considerables y que a causa de ella los marineros han sufrido mucho, pero gracias a su poderío, maestría y valentía han conseguido salir con vida.

Un gran héroe como personaje

El personaje principal de las epopeyas suele ser alguien que cuenta con gran aceptación dentro de sus allegados y que requiere emprender un viaje o cometido, el cual no estará exento de peligros y riesgos que le harán salir airoso de todos ellos, pero con muchas peleas y con muchas situaciones adversas que deberá de superar y que lo coronarán, una vez finalizada la historia como un personaje glorioso, un héroe que es capaz de alcanzar cualquier objetivo que se proponga, resaltando todas estas cualidades positivas en dicho personaje que le han hecho merecedor del título de héroe.

Elementos sobrenaturales o místicos

Como hemos mencionado con anterioridad, las epopeyas cuentan con un carácter exagerado en sus narraciones, es decir, si una montaña en la realidad es grande, en el relato llegará a tocar el cielo, o si una persona es alta, se tratará de un gigante. Esto hace que el personaje principal se enfrente a situaciones sobrenaturales que suelen ser muy tenebrosas y que ponen en juego su vida cientos de veces, saliendo victorioso de cualquier enfrentamiento.

Los elementos juegan siempre en contra del héroe, convirtiéndose en una especie de “deus ex machina” malvada que hace todo lo que sea posible para interponerse en el camino del protagonista. Sin embargo, su coraje y también la valentía de aquellos con los que suele viajar hacen que dichos elementos, ya bien sea tormentas, volcanes o seres mitológicos como sirenas, minotauros o gigantes no sean un obstáculo en sí, sino un medio para seguir agrandando su gesta.

Temas de las epopeyas

Las epopeyas suelen tener una trama en la que hay un viaje, ya bien sea a otro país, al inframundo o que tenga que ver una guerra entre varios bandos. La trama o temática se centrará en un logro que el personaje debe de superar con el propósito de hacer ver que esta persona es un campeón y que, por lo tanto, es merecedor de este reconocimiento social.

Cabe destacar que la temática además de entretener también busca tener un carácter didáctico para los lectores u oyentes. En la narración se pueden encontrar diálogos entre los diferentes personajes que cuentan con un tono filosófico y que ayuda a cambiar la mentalidad del lector, haciéndole ver que aquella persona que lucha por sus sueños y cometidos puede conseguir todo lo que se propone, al igual que ocurre con el personaje principal de la obra, que a pesar de cualquier obstáculo o pérdida, nunca desfallece y siempre desea llegar al lugar que desea.

Ejemplos de epopeyas más famosas

Uno de los ejemplos que más se recomiendan por contar con todas y cada una de las características de las epopeyas es La odisea de Homero, contando el viaje que realiza Ulises encontrándose por medio infinidad de peligros. Por otro lado, otra de las más famosas es La Ilíada que está escrita también por Homero, contando en este relato la conquista de Troya por medio del famoso caballo de madera que realizaron con la ayuda de Aquiles.

Otra de las epopeyas más conocidas es la que cuenta las aventuras del Cid Campeador, relatada en la obra Carmen Campidoctoris de corte medieval pero en la que también se ve un personaje principal de gran porte y fortaleza y que es capaz de lograr cualquier gesta que se proponga.