Novela gótica: qué es y características

Novela gótica: qué es y características

Uno de los géneros literarios más apreciados por aquellos que aman el terror o lo funesto es la novela gótica. A pesar de que este género está relacionado con los términos anteriormente mencionados, cuenta con otras características imprescindibles para que se pueda identificar una novela gótica como tal. En esta guía queremos que conozcas su definición, como también sus orígenes, características principales y cuáles son los libros más recomendables para empezar con este tipo de lectura.

¿Qué es la novela gótica?

La novela gótica es aquella que surge por el siglo XVIII, principalmente en Inglaterra, aunque se fue extendiendo por otras regiones y países a lo largo de su historia, perteneciendo o considerándose un subgénero del Romanticismo, ya que uno de los temas esenciales que suele tratar este tipo de relatos es la psique humana, sus emociones y también los sentimientos hacia una situación o acto.

Como hemos mencionado anteriormente, la novela gótica tiene sus inicios en Inglaterra, aunque a principios del siglo XIX también tuvo su momento de gloria, llegando incluso a formar parte de la cultura americana con autores tan reconocidos como Lovecraft o el mismísimo Edgar Allan Poe.

Características principales de la novela gótica

Una de las mayores características que nos encontraremos en la novela gótica es la decadencia. Por lo general se nos va a presentar a una persona de gran estatus social, que suele codearse con grandes personalidades pero que, debido a ciertas acciones que lleva a cabo, va viendo que su vida se desmorona, al igual que una pirámide de naipes. Los relatos, por lo general escritos en primera persona, dando la visión, el pensamiento y las emociones del protagonista, ya bien sea de manera directa o también por cartas que ha ido escribiendo relatando a alguien los sucesos que han vivido nos hacen ver que esta persona es alguien inteligente, con don de gentes y muy querido en su sociedad, pero poco a poco, en el relato, comienza a notarse que su mente flaquea, que no es tan fuerte como en los primeros capítulos se nos hacia ver y que a su alrededor las cosas no salen como en un principio esperaba.

Es común encontrarse en estas novelas góticas un ambiente o paisaje funesto, nada alentador y que cuenta con muchas señas de identidad que podríamos encontrar hoy en día en películas y relatos de terror puro, como son los bosques oscuros llenos de nieblas, las ciudades nevadas o abandonadas, o los edificios o mansiones en ruina o deshabitados desde hace muchos años a causa de un crimen o una muerte dolorosa o no explicada que da misterio a la narración.

Por lo general, aunque no en todos los casos, suele ocurrir un suceso sobrenatural, o bien la aparición de un fantasma o monstruo que va a perseguir y torturar al protagonista y a su familia, o encontrándose el protagonista maldito por una profecía o por una venganza y que deberá de cargar durante toda su vida.

En las historias de las novelas góticas nos encontramos a un personaje torturado por sus propios pensamientos, por sus sufrimientos internos y en ocasiones nos vemos a personas que, de ser grandes intelectuales y oradores en su círculo de amistades y también dentro de su sociedad, a convertirse en personajes oscuros, que rozan la locura y que la muerte no se desprende de ellos, adhiriéndose como si se tratase de su sombra. Los familiares de estas personas van a morir de manera trágica, ya bien sean asesinadas, secuestradas o incluso con enfermedades que ponen de manifiesto una vez más que el sino del personaje principal no es muy agraciado.

La novela gótica, al igual que ocurre con el romanticismo, es un compendio de sensaciones, emociones que van llegando al personaje, inicialmente son positivas, alegres y muy optimistas, como la esperanza de un amor verdadero y romántico, la consecución de fama por parte de sus colegas de profesión o incluso la propia realización personal, sin embargo, mientras que el personaje va describiendo toda su dicha sus esperanzas y sueños, finalmente acaba por decaer y se sumerge en depresiones, tensiones, malestares que pueden llegar incluso a imposibilitar al personaje, viéndolo vulnerable. A pesar de esta decadencia, el autor impregna al protagonista de una voluntad que no va a romperse, que busca, a pesar de todos sus males, cumplir con todos y cada uno de sus objetivos, incluso si esto conlleva a la pérdida de la vida.

¿Cómo son los personajes de la novela gótica?

Además de lo anteriormente dicho sobre las emociones del personaje, suele ser alguien solitario, que a pesar de contar con unas amistades o una familia bien formada y querida, suelen ser lobos independientes, aunque esto en la mayoría de los casos se vuelve en su contra, puesto que luchan contra un secreto que a pesar de querer, no pueden contárselo a nadie, y que llegan a aislarse de todo su entorno, llegando a producir en ellos una sensación negativa de dolor y tristeza por los sucesos que les está ocurriendo.

Es común encontrarse la figura de una mujer, una protagonista que es la musa del protagonista, una joven que representa los sentimientos más puros y sinceros. En muchos relatos se la suele describir como alguien dulce, con gran cualidad para la razón y la lógica, de gran belleza y que también tiene dotes para la comunicación y para la unión de la familia y el personaje. Este personaje, que es el punto de unión entre la felicidad del protagonista y el delirio y enloquecimiento suele ser maltratado, asesinado o secuestrado, con el único fin de desembocar en el personaje principal un duro golpe del que, por lo general, no suele levantarse emocionalmente y que le torturará por siempre.

Recomendaciones de novelas góticas para leer

Uno de los relatos de novela gótica más característicos es Frankenstein de Mary Shelley. En este título tenemos todas y cada una de las características anteriormente citadas de este género, consiguiendo conectar el lector con los sentimientos tanto de Víctor, el creador de la bestia, como del propio monstruo. Muy recomendable, sabiendo que no tiene nada que ver con las adaptaciones que han sacado para el cine.

Drácula es otro de los libros más habituales en la novela gótica y que relata los sentimientos, temores y dudas de todos sus personajes y también el terrible destino que les aguarda cuando conocen al vampiro.

Finalmente, si quieres relatos más cortos pero que cuenten con toda la esencia de lo gótico, no puedes dejar de leer a Edgar Allan Poe, con relatos como El corazón delator o El gato negro, ni tampoco pasar de largo las historias fantásticas de Lovecraft.