Algunos de los más grandes escritores de la historia han provenido de Rusia, debido a sus asombrosas destrezas narrativas y relatos profundos, que convierten a sus autores en íconos de la literatura universal que permanecen en el tiempo.
Muchos de sus mejores representantes los encontramos a lo largo del siglo XIX, y la herencia de sus obras maestras se mantendrá durante todo el siglo XX, hasta la actualidad.
Algunos de sus géneros, se pasean entre poesía, novelas y cuentos, que han sido ampliamente reconocidos internacionalmente, traduciéndose y difundiéndose en las diferentes culturas de todo el mundo.
Para dar un vistazo a la vida de estos escritores y sus fascinantes obras, acá te presentamos los 8 escritores rusos más famosos.
8. Mikhail Lermontov (1814-1841)
Lermontov fue un reconocido poeta ruso, escritor y pintor del estilo romántico, que ganó el Premio Nobel de Literatura en 1965. Todas sus obras muestran una lírica inusual, y composiciones magistrales, que reflejan la influencia de escritores mundiales como Alexander Pushkin y George Gordon Byron.
Su madre, Maria Arsenyeva, provenía de una distinguida familia aristocrática. Su padre, Yuri Lermontov, al igual que su abuelo, fueron oficiales de ejército. Aunque Lermontov no se sentía inspirado por seguir una carrera militar, fue político y miembro del Partido Comunista Soviético.
Cuando sus padres se separaron y su madre murió, Lermontov quedó bajo el cuidado de su abuela, Elizaveta Arsenyeva, en la provincia de Penzenskaya, en Rusia central. En esta época, el joven Lermontov se vio influenciado por los alrededores del Cáucaso, sus paisajes naturales y tradiciones.
Una gran cantidad de poemas de Lermontov reflejan también un anhelo de libertad, por inspiración de la clase campesina y los siervos, que representaban la fuerza trabajadora rusa de la época. También recibió una importante influencia de eventos políticos como el levantamiento decembrista de 1925, que le otorgaron un matiz revolucionario y rebelde a sus poemas líricos.
Una de sus obras más destacadas es sin duda, Un héroe de nuestro tiempo (1839), donde el autor relata las historias de un héroe byroniano en el Cáucaso. Esta novela es considerada como una de las más importantes del realismo psicológico ruso. Otras de sus obras más resaltantes son: Tierras roturadas y El Don apacible, ambas publicadas en 1932.
7. Alexander Pushkin (1799-1837)
Pushkin fue un escritor célebre de Rusia, novelista, poeta romántico, y dramaturgo, que destacó por su estilo minimalista y clásico. Sus poemas líricos celebran la libertad y la autocracia, y han inspirado hasta hoy, numerosas obras teatrales, ballets y canciones.
El escritor ruso nació en Moscú en una de las familias nobles más influyentes de Rusia, de donde obtuvo los primeros indicios de poesía y cuentos rusos. Sentía desde muy joven una gran atracción por la lectura y la lengua francesa, por lo que mientras era estudiante en el Liceo de Tsarskoe Selo, empezó a escribir poesía.
Luego de graduarse, en 1820, escribió Ruslan y Ludmila, un cuento inspirado en la historia medieval rusa, que se convirtió en un verdadero éxito literario. Tiempo después de la publicación de su obra, Pushkin fue exiliado al sur de Rusia desde 1820 a 1823 por sus críticas políticas a la autocracia.
A finales de 1833, escribió su famosa obra lírica Eugene Onegin, y años más tarde otras de sus obras más famosas, llamadas: La dama de picas (1834), y La hija del capitán (1836).
Pushkin contrajo matrimonio con Natalia Goncharova, en 1831, pero seis años más tarde desafió en duelo al militar francés Georges d’Anthès, por provocaciones para con su esposa, donde falleció trágicamente a los 37 años. A pesar de su corta vida, Pushkin se convirtió en una leyenda de la literatura rusa. Algunos años más tarde se erigieron estatuas en su nombre, y un obelisco en el sitio donde fue fusilado.
6. Iván Turguénev (1818-1883)
Iván Turguénev fue un reconocido novelista, dramaturgo y poeta ruso. Sus obras se caracterizan por reflejar la Rusia del siglo XX, con historias que retratan su preocupación e interés por el futuro de su país.
El escritor nació en Oriol, al suroeste de Moscú, en el seno de una familia terrateniente adinerada. Su padre, Serguéi Turguénev, falleció cuando Turguénev contaba con apenas dieciséis años, por lo que quedó al cuidado de su madre Varvara Petrovna.
Desde muy joven, se inspiraría en su experiencia en la finca de Spasskoye-Lutovinovo Turguénev, donde transcurrió toda su infancia, y percibiría las injusticias sociales y económicas entre clases, de la alta burguesía y el campesinado. Debido a ello, toma una postura bastante crítica acerca de las diferencias de la sociedad rusa.
Turguénev, recibió gran parte de su educación en las ciudades de San Petesburgo y Moscú, aunque también sería educado en la Universidad de Berlín, donde establecería sus ideas revolucionarias de una Rusia que debía occidentalizarse, y mejorar sociopolíticamente.
Entre sus obras más importantes destacan: Memorias de un cazador (1852), Rudin (1856), Nido de nobles (1859), En vísperas (1860), Padres e hijos (1862), y Torrentes de primavera (1872).
En Primer amor, y Memorias de un cazador, Turguénev refleja con precisión la vida del campo y de los siervos. En sus obras tituladas: Rudin, Nido de nobles y Padres e hijos, destaca la trama de sus amores fallidos, mientras realiza críticas a la vida rusa del siglo XIX. Por otro lado, Torrentes de primavera es una obra autobiográfica que describe su temporada en Alemania durante los años 1838 a 1841.
5. Vladímir Nabókov (1899-1977)
Vladímir Nabókov fue un escritor, traductor y profesor ruso, nacionalizado estadounidense. Es conocido también como lepidóptero, por sus estudios de polillas y familias de mariposas, en la Universidad de Harvard.
Nabókov creció en el seno de una familia privilegiada y aristocrática en San Petesburgo, Rusia. Su familia hablaba ruso, francés e inglés, por lo que desde muy joven aprendió estos idiomas, e influiría de manera importante en sus escritos.
En 1940, se mudó a los Estados Unidos, escapando de la Segunda Guerra Mundial.
Aunque Vladímir, escribió varias de sus novelas originariamente en su idioma natal (ruso), terminó escribiendo muchas obras directamente en inglés. Su obra más conocida, Lolita, fue de hecho escrita en ese idioma.
Lolita, publicada en 1955, originó muchas controversias, debido a la trama que retrata la relación de un hombre adulto de 40 años y su hijastra de 12 años.
Otras de sus novelas más notorias se encuentran: Pnin (1957), Pálido fuego (1962), y Ada o el ardor (1969), entre muchas otras.
4. Nikolái Gógol (1809-1852)
Nikolái Gógol fue un cuentista, novelista y dramaturgo, cuyas obras se fundamentan en varios estilos de género y reflejan su deseo de una reforma moral en Rusia. Otras más refrescantes muestran el folklore y las tradiciones ucranianas.
Gogol creció en una familia de baja nobleza en un entorno rural de Sorochintsy, Ucrania, donde a temprana edad recibiría influencias de sus tranquilos paisajes, y la clase campesina de sus alrededores.
Luego de sus primeros fracasos literarios, Gogol se mudó a San Petersburgo en 1828, donde escribió varias publicaciones que reflejaban los recuerdos de su infancia y los paisajes campestres que le rodeaban, combinando sus escritos con cierta ficción y relatos sobrenaturales.
En 1831, conoció a Alexander Pushkin, quien lo motivó en su carrera como escritor, y se convirtió en un gran amigo cercano.
Una de las obras literarias más trascendentes de Gogol es sin duda, Almas muertas, un poema épico escrito en prosa publicado en 1842. Cuenta con un enfoque satírico que narra de manera realista el diario vivir de los rusos del siglo XIX.
Otras obras impresionantes de este escritor ruso son: Diario de un loco (1835), Tarás Bulba (1835), El retrato (1835), La nariz (1836), El Capote (1842), entre muchos otros.
3. Antón Chéjov (1860–1904)
Antón Chéjov fue un dramaturgo, cuentista, y médico ruso. Su literatura se adentraba en las complejas situaciones de la vida cotidiana de la Rusia moderna, basada en el realismo del siglo XIX, guardando siempre la naturalidad y sencillez en sus narraciones.
Chéjov nació en Taganrog, Rusia, en una familia de clase trabajadora. Su padre, Pável Chéjov, era un comerciante y devoto cristiano ortodoxo, aunque de carácter autoritario y despótico. Razón por la cual Antón crecería con ideas revolucionarias y de libertad. Y su madre, Yevguéniya Yákovlevna, era una mujer que dedicaba tiempo a entretener a sus hijos con cuentos e historias.
Luego de la quiebra del negocio de su padre, Chéjov ayudó económicamente a su familia a través de relatos humorísticos sobre la vida rusa, mientras pagaba también su carrera de medicina en la Universidad de Rusia.
En 1884, culminó su carrera de Medicina, y continuó escribiendo para semanarios. En 1886, ya se había convertido en un escritor de renombre, y ganó el premio Premio Pushkin, por su colección de relatos: Al anochecer (1887) y La estepa (1888).
Una de sus obras literarias más famosas es su obra maestra: La gaviota (1895), que gira en torno a las oportunidades, decisiones equivocadas, y la búsqueda de sentido de la vida. Otras obras importantes son: Tío Vania (1897), Las tres hermanas (1901) y El jardín de los cerezos (1904). Estas dos últimas de estilo teatral son consideradas también sus piezas maestras.
Rusia contaba para el siglo XIX con un estricto sistema de jerarquía social, por lo que Chéjov se convertiría en el único aclamado escritor ruso que provenía de la clase campesina.
2. Fyodor Dostoevsky (1821-1881)
Fyodor Dostoyevski fue un cuentista, ensayista, novelista, y periodista ruso, considerado uno de los escritores más importantes de la literatura rusa y universal. Sus escritos reflejan la psicología humana que se fundamenta en el contexto social y político de la sociedad rusa del siglo XIX.
Su padre, Mijaíl Dostoievski, de origen bielorruso, fue un médico de hospital que ayudaba a los más pobres, y su madre María Fiódorovna Necháyeva. era una mujer rusa dedicada a su hogar. Esto haría que el joven Fyodor creciera en un ambiente cómodo y protegido, con bases en la fe cristiana ortodoxa.
En 1837, luego de la muerte temprana de su madre, a causa de tuberculosis, Fyodor fue enviado junto con su hermano Mijail a San Petesburgo, para ingresar a la Escuela de Ingenieros Militares. A partir de entonces, empezaría su inclinación por la literatura, con influencia de una gran variedad de autores y filósofos, tales como: Víctor Hugo, Shakespeare, Theodor Hoffmann, Lord Byron, Aleksandr Pushkin, Miguel de Cervantes, entre otros.
Años más tarde, Dostoievski viviría experiencias complejas que lo marcaron: su encarcelamiento (1849) por formar parte del grupo intelectual Círculo Petrashevski; trabajos forzados en Siberia, por lo cual sería absuelto de ser fusilado en la cárcel; y sus constantes ataques de epilepsia que fueron incrementándose.
A través de sus historias relató en muchas ocasiones, sus propios suplicios y experiencias para crear algunas de sus obras más oscuras: Notas del subsuelo (1864) y Crimen y castigo (1866). Otras obras destacables son: El idiota (1869), Los demonios (1872) y Los hermanos Karamazov (1880).
1. León Tolstói (1828–1910)
León Tolstói es considerado uno de los más grandes escritores de la literatura mundial. Sus obras destacan por su ficción realista y su temática religiosa, que refleja la condición humana y la búsqueda del sentido de la vida.
Tolstói nació en una familia aristocrática rusa, en la finca Hamovniki (provincia de Tula) ubicada al sur de Moscú. En este lugar pasaría muchos años de su vida escribiendo sus textos literarios más destacados.
Sus inigualables escritos le han valido numerosas nominaciones al Premio Nobel de Literatura, siendo aclamado incluso por su manera de comprender los pensamientos no expresados, y personificar la conciencia del mundo.
Entre sus obras más importantes se nombran: Guerra y Paz (1869), basada en el género del realismo, describe la invasión de Rusia por Napoleón en el año 1812, mostrando una visión profunda de las relaciones de sus tres personajes principales provenientes de distintas familias en tiempos de guerra.
Otra obra maestra de este escritor ruso es sin duda, Anna Karenina (1878), que describe la alta sociedad de Moscú y San Petersburgo, del siglo XIX. Cuenta con una maravillosa prosa, que relata complejas situaciones de amor y adulterio, que recorren la dramática historia entre Anna, una hermosa mujer casada, y Vronsky, un conde y oficial del ejército adinerado.
Grandiosos clásicos de Tolstói son también sus novelas: La muerte de Iván Illyich (1886) y Resurrección (1899), junto con su autobiografía presentada en la trilogía: Infancia (1852), Adolescencia (1854) y Juventud (1856).