Características de un texto jurídico y cómo entenderlo

Un texto jurídico es un acto comunicativo que se suele realizar por escrito, que tiene carácter legal y que utiliza el lenguaje, los términos y los formatos que se relacionan con el ámbito del derecho. También entra dentro de esta definición cualquier texto producido por cualquier persona relacionada con el área de las normas jurídicas, como los legisladores, jueces o funcionarios habilitados como abogados. 

También son textos jurídicos distintos tipos de escritos como las constituciones de los países, las leyes, los decretos, las sentencias e incluso los contratos y los testamentos, donaciones, etc. Todos ellos se producen en un contexto legislativo y siguen todas las formalidades que se necesitan en cada caso. Sin embargo, no siempre es necesario que un abogado participe en su elaboración, sino que un contrato firmado entre dos personas particulares y ajenas al mundo del derecho es perfectamente válido.

Así pues, un texto jurídico es un documento escrito especializado que utiliza el lenguaje de una manera determinada. El vocabulario que se emplea en su redacción es muy concreto y su significado es muy específico, lo que requiere una cierta comprensión del lenguaje jurídico para poder leerlo y poderlo interpretar correctamente. 

Sin embargo, mucha gente confunde los textos jurídicos con otros tipos de textos e incluso, cuando necesitan enfrentarse a uno de ellos por cualquier motivo, tienen grandes dificultades para entenderlo. Por ello, en este artículo te vamos a explicar las características de un texto jurídico y cómo entenderlo, otorgándole las claves necesarias para que enfrentarte a su lectura no sea un quebradero de cabeza. Pero, si tienes problemas con este tipo de escritos o necesitas ayuda en este ámbito, en Abogadosduran.com, podrás buscar asesoramiento para resolver tus dudas. 

¿Cuáles son las características de un texto jurídico?

Como hemos comentado con anterioridad, un texto jurídico es un escrito que posee carácter legal y que tiene unas características determinadas en su elaboración, como un lenguaje, un vocabulario y una terminología determinados, además de estructurarse de una manera concreta. Son muchos los rasgos típicos de un texto de este tipo, por lo que, te los vamos a explicar un poco más en profundidad. 

Deben de estar redactados por personas del ámbito del derecho

La mayoría de los textos jurídicos deben estar redactados por un abogado, un juez, un notario o una profesión relacionada con el mundo del derecho. También hay escritos que deben estar necesariamente escritos por un mambo del colegio de abogados e incluso por el fiscal del Estado. Sin embargo, existen algunos tipos que no requieren este requisito, como los contratos que se firman entre dos personas particulares. 

Utilizan muchas expresiones formulaicas

Las expresiones formulaicas son secuencias de palabras fijas estructuradas de una determinada manera y que se suelen memorizar. Se suelen repetir de manera reiterada con mucha frecuencia y con pocas variaciones.

El uso de un lenguaje y una terminología especializados 

Como hemos comentado antes, en un texto jurídico se utiliza un lenguaje especializado, claro, preciso. Esto se debe a que el texto debe explicarse por sí mismo y no debe dejar nada a la interpretación, por lo que debe estar libre de ambigüedades. Por ello, utiliza una terminología muy específica de una manera determinada. 

Utilizan muchos latinismos

Si has leído alguna vez un texto jurídico, te habrás dado cuenta de que utiliza muchos latinismos en su redacción. Se trata de palabras que se toman directamente del latín debido a que los primeros escritos sobre derecho se escribieron en este idioma. Términos como “inter vivos” , “mortis causa” o  “pro indiviso” son ejemplos de uso de estos términos en este tipo de textos.

Sus funciones principales

Un texto de estas características nace con la intención de formular, preservar, aclarar o implementar unas reglas determinadas a las que se deben de ajustar distintos miembros de una sociedad o de una comunidad determinada. De esto se desprenden los escritos legislativos, los códigos legales, normativas y textos relacionados con juicios, procedimientos legales y actos administrativos. 

Referencias a otras partes del texto

Los textos jurídicos, en especial los del ámbito legislativo, como puede ser una ley determinada o, directamente, la Constitución Española, suelen tener muchas referencias entre sus disposiciones, por lo que para entender aquellas que tienen ciertas referencias, debemos acudir a otras disposiciones para saber a qué se refiere el texto y luego volver a la página en la que estábamos para seguir con el texto.

Una estructura determinada

Un texto jurídico se debe estructurar de una manera estandarizada y determinada, que suele constar de un plan de organización o introducción, las disposiciones y la relación entre las diferentes partes y elementos que participan en él. Puede incluir disposiciones finales y aclaraciones para no dejar nada a la interpretación.

Además de esto, se deben de ajustar a un formato determinado que se ajusta a cada caso, como, por ejemplo, la configuración de los párrafos, el uso de los signos de puntuación y de ciertas características relacionadas con la tipografía de las letras. 

Tips para entender textos jurídicos

Enfrentarse a un texto jurídico la primera vez puede asustar bastante, ya que el lenguaje y la terminología no suelen ser accesibles. Además, suelen tener conceptos, muchas referencias y aclaraciones que dificultan la lectura y hacen de ella algo farragoso. Sin embargo esto sólo es en apariencia, ya que se pueden desglosar por partes para poderlos entender más fácilmente.

Leer muchos textos jurídicos

La principal clave para entender textos jurídicos es enfrentarse a su lectura y entenderlos. El primer escrito que leas te llevará tiempo, sin embargo, si logras comprenderlo en términos generales, el segundo al que te enfrentes será bastante más sencillo. Como todo, la clave es la práctica.

Conocer la estructura interna del texto

Una vez hayas leído el primer texto, o al menos le hayas echado un vistazo, te darás cuenta de cuál es su estructura interna. Esto te ayudará a identificar el tipo de texto al que te estás enfrentando y podrás encontrar aquellas disposiciones que te interesan de una manera más rápida y eficiente. Así pues, la mayoría de estos textos se dividen en tres partes, que son la hipótesis jurídica o el supuesto jurídico, la disposición jurídica  y la sanción o la medida coercitiva. 

Puedes ayudarte de un diccionario de términos jurídicos

Consultar un diccionario de términos jurídicos te facilitará mucho la lectura y la comprensión del texto y, casi sin que te des cuenta, lo hará más accesible. Hemos dicho que muchos términos y frases se suelen repetir de manera reiterada en este tipo de escritos. Por lo que, una vez domines parte del vocabulario, será más fácil entender otros textos a los que te puedas enfrentar. 

Lee el texto en voz alta e intenta explicarlo o hacer un resumen

Leer el texto en voz alta te hará ser consciente de aquellas partes que no entiendes o que no terminas de comprender. Así que, si tratas de explicarlo o hacer un resumen del mismo, atendiendo a su estructura, las partes que intervienen en él, lo entenderás mejor. Y, si utilizas un diccionario para aclarar el vocabulario y su terminología, podrás comprenderlo de manera más eficiente, ya que en estos escritos todo está relacionado. Tan sólo necesitas entrar dentro de su aparente complejidad para empezar.