A diferencia de la introducción e, incluso, de la elección del título del TFG, la redacción de las conclusiones de tu Trabajo Fin de Grado es un proceso más sencillo. Pero ¿Por qué? La respuesta es sencilla, el trabajo ya está hecho y has tenido que dedicarle un montón de tiempo para poder llegar hasta este punto y que quede perfecto, sin olvidar las tutorías, las correcciones y todo lo que conlleva la realización de un TFG.
Ahora bien, cómo en todo trabajo, este debe tener un formato específico y una estructura general. Sin olvidar que en las conclusiones se debe resumir la información de manera condensada y responder a las preguntas planteadas. Por ello, a continuación, te explicamos algunas técnicas que te ayudarán en el último paso de tu TFG para que este quede perfecto.
Propósito de las conclusiones
El propósito de las conclusiones es responder a la información que se plantea desde un inicio. Y es que al comenzar el trabajo se ponen de manifiesto una serie de objetivos que queremos alcanzar con este trabajo, una hipótesis, una metodología y un análisis e investigación que nos darán lugar a unas conclusiones específicas. Es el momento de, en base al material que tenemos, responder a los interrogantes iniciales de manera resumida.
Selecciona las conclusiones más destacadas
Por lo general, el formato del TFG determina el número de conclusiones que debe tener aproximadamente un trabajo. Es por ello que tendrás que ajustarte a los requisitos especificados y evitar aquellos resultados y conclusiones con poco valor informativo, seleccionando los que sí lo tienen. Ojo, hablamos de las conclusiones no de la investigación —todos los resultados aparecerán en dicha sección del trabajo—.
No aportar nueva información / No repetir la misma información
Aunque suene paradójico, debes buscar un equilibrio entre estos dos enunciados. No se trata de exponer los resultados por primera vez en las conclusiones, más bien se trata de ubicarlos en un apartado específico del TFG y redactarlos, nuevamente, pero de manera resumida —así como filtrada según su importancia—. Reformula las conclusiones y plantéalas en base a si responden o no a los objetivos del inicio.
Invierte el tiempo necesario
Aunque las conclusiones no ocupan demasiado espacio en el TFG, estas deben ser claras, precisas y concisas, pues la mayoría de la gente suele pasar directamente a las conclusiones sin analizar los resultados de la investigación. Es por ello por lo que es tan aconsejable que le dediques el tiempo necesario. Es fundamental que consigas despertar la curiosidad del lector y le hagas saber por qué es importante lo que has escrito. En Universitarios en Apuros son expertos en realizar todo tipo de trabajos universitarios, como TFG y TFM, de manera profesional. Si no dispones del tiempo necesario o prefieres que este tenga una mayor calidad, puedes consultar las tarifas de los trabajos que realizan aquí: https://universitariosenapuros.com/tarifas.
Cumple con los requisitos técnicos
Un Trabajo Fin de Grado debe cumplir una serie de requisitos en cualquiera de sus apartados. En el caso de las conclusiones se debe tener en cuenta que estas respondan a las preguntas iniciales —independientemente de que se cumpla o no nuestro pronóstico—. También, se debe especificar si confirma o no la hipótesis. Por supuesto, las conclusiones deben ajustarse al tiempo verbal correcto, sin emplear la primera persona. Por otro lado, las conclusiones deben interpretar supuestos, proporcionar nueva información y usar ejemplos.
Extensión de las conclusiones
Adapta tus conclusiones a la extensión especificada por la institución académica. No siempre escribir más es mejor. Tanto en los TFG como en los TFM el formato de los trabajos, así como los requisitos que estos deben cumplir tienen mucho peso, así que trata de seguir en la mayor medida las especificaciones. Normalmente, la extensión de las conclusiones suele estar en torno a las 200 y 400 palabras.