Barreras de la comunicación: cómo evitarlas

Barreras de la comunicación

Las barreras de comunicación pueden aparecer en el momento menos esperado y en cualquier lugar. Para hacernos a la idea, estas barreras de comunicación pueden aparecer con un familiar, amigo, desconocido, compañero de trabajo… En este artículo nos vamos a centrar en ver cuáles son esas barreras de comunicación que se nos pueden presentar en la vida y sobre todo vamos a ver cómo superarlas.

Si tienes la sensación de que últimamente nadie te comprende, puede ser porque tengas una barrera de comunicación que no permite que los demás te entiendan. Para evitar esa situación, lo mejor que puedes hacer es eliminar los obstáculos que están creando esa barrera y así conseguirás hacerte entender.

Tipos de barreras de comunicación

Antes de ver como romper las barreras de comunicación, es importante conocer cuáles son las principales barreras que se suelen dar en el día a día de una persona. Hay muchas, pero nosotros te vamos a mostrar las más importantes.

Malos entendidos: suele ser una de las barreras más complicadas de superar, debido a que la otra persona no querrá volver a comunicarse contigo tras el mal entendido. Una mala expresión puede provocar que la otra persona entienda una cosa que no estamos intentado decir. En este caso el problema puede ser nuestro porque no sabemos explicarnos correctamente o porque el interlocutor no ha sabido captar bien el mensaje.

Interferencias: es una barrera que está ligada a los defectos técnicos y al ambiente que nos rodea en el momento de la comunicación. Podemos destacar interferencias en las llamadas telefónicas, ruidos, fenómenos climáticos… todas las cosas que impiden que la otra persona nos pueda escuchar y en consecuencia comprender correctamente.

Falta de química: muchos estudios han demostrado que es imposible conectar con todo el mundo. Una mala comunicación en muchas ocasiones puede venir dada por la diferencia de condicional social, ideología, diferencia de edad o incluso simplemente porque la otra persona nos cae mal desde el primer momento que la vimos. Todo esto provoca una barrera comunicativa.

Prejuicios o antecedentes: en muchas ocasiones las barreras pueden venir directamente de un prejuicio que tenemos hacia la persona con la cual vamos a comunicarnos. Este tipo de barrera suele estar muy presente a la hora de hablar con nuestra pareja, jefe… no tenemos la libertad para comunicar lo que realmente pensamos, lo cual se presenta como una dura barrera a superar.

Personalidad: a través de los prejuicios se pueden crear barreras que nos impidan la comunicación. Es decir, en muchas ocasiones nos podemos negar a escuchar o intentar entender a la otra persona porque tendemos a pensar que ya sabemos lo que nos va a decir y en consecuencia no nos interesa escucharlo.

Lenguaje: el lenguaje y el idioma son grandes barreras de comunicación que pueden provocar que dos personas no se entiendan correctamente. Si el idioma que se habla no es el mismo, entonces será imposible la comunicación, a no ser que se usen herramientas de traducción para intentar la comunicación. Pero dentro del mismo idioma puede haber problemas de comunicación a través de las expresiones comunes o un uso incorrecto de la semántica. Por supuesto, si se usa una terminología especializada, lo más seguro es que la otra persona no te entienda, a no ser que también sea especialista.

Consejos para superar las barreras de comunicación

Para poder eliminar una barrera, lo primero que tenemos que hacer es identificar cual es el problema. Si no sabemos cuál es el problema, será imposible ponerle fin. Para tener éxito en esa eliminación, te propongo poner en práctica los siguientes consejos.

Seguimiento: es importante que a la hora de comunicarnos hagamos pequeñas pausas en el discurso a través de las cuales el interlocutor pueda resolver cualquier tipo de duda que pueda tener sobre lo que estamos comentando. No debemos cometer el error de dar las cosas por hechas o la comunicación no será la adecuada.

Calidad de la información: cuando nos comunicamos, siempre tendemos a pensar que nos estamos expresando correctamente, pero esto no siempre es así. Si en la comunicación tenemos datos previos y esos no los comunicamos, la comunicación no será la adecuada aunque pensamos que lo estamos haciendo muy bien. Cuando nos queremos hacer entender es mejor comunicar de más que de menos. Cuanta más información tenga el interlocutor, mejor.

Apuesta por la retroalimentación: para conseguir que la comunicación sea la adecuada y no haya una barrera, lo mejor que podemos hacer es dejar a la otra persona participar en la conversación. Si se siente parte de la comunicación, seguro que tendrá más predisposición a entender y comprender lo que le estamos diciendo. Además, la persona que está diciendo algo sabrá si se está explicando bien, si tiene que reforzar algo y sobre todo si debe continuar o repetir algo. Recuerda, lo importante es que la otra persona pueda saber lo que realmente estamos intentando decir.

Simplificación: las cosas simples son más fáciles de comunicar y en consecuencia serán más sencillas de entender por la otra persona. No cometas el error de poner una barrera de comunicación por intentar explicar las cosas de una manera más complicada. Haz la vida más fácil y para conseguirlo apuesta por un discurso sencillo y fácil de entender. Es importante que te comuniques al mismo nivel que interlocutor para conseguir que la comunicación sea fluida y no haya problemas de compresión. Y si en la conversación hay que decir términos complicados, o bien los dices varias o veces o explicas el significado de esos términos.

Empatía: si te pones en el lugar del otro te será más fácil ver cuales están siendo los problemas de comunicación y en consecuencia te será mucho más fácil poner fin al problema. A través de la empatía el interlocutor también podrá exponer su opinión. Recuerda, escuchar a la otra persona también es un factor fundamental para una correcta comunicación.

Control de las emociones: las emociones pueden provocar que el interlocutor no nos comprenda. Controla las emociones a la hora de comunicarte. Los gritos, risas, nervios o llantos imposibilitaran la comunicación. Si estás afectado, tranquilízate y luego comienza con la comunicación.